yyyyy.... yo tambien me siento así y disfruto de ello y hasta incluso me asusta
a veces que, por temporadas, la frecuencia con que se me presentan situaciones "de adultos" que requieren madurez en su afrontamiento, mermen la frecuencia de ese sentimiento de niña hasta el punto que lleguen a borrarlo de mi vida. Sentiría que
ésta se acaba.
Sin embargo, este síndrome, como otros, tiene su vertiente negativa que
desgraciadamente es la que lo ha hecho causa de estudio, y es que el niño con
frecuencia puede sentirse feliz interpretando el mundo de los demás, el mundo,
como si fuera el suyo propio y también feliz dando sus respuestas infantiles
sin tener en cuenta al otro, algo que también suele ir parejo con la madurez.
Cuando ése no tener en cuenta al otro se hace como liberación de nuestros
propios complejos, de nuestras limitaciones y represiones por el qué dirán,
qué bueno!!!, pero hay que tener una cierta supervisión , pienso yo, de ese
niño que felizmente mantenemos y alimentamos, para que en una de sus diversiones
no cause daño al prójimo ni a sí mismo, no sé si me explico.