EL FANTASMA DEL AMOR

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que he nacido afortunado

porque aprendi, desde temprano,

que no hay nada más incierto

como el amor humano;

y es que, el miedo,

con un millón de rostros,

se adhiere en el alma

y nadie puede comprar,

ni vender,

sino lleva su marca

en la frente y en las manos.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que he nacido afortunado

porque no tengo fortuna;

porque, el dolor,

precede mis recuerdos;

porque, en mi vida,

no hay te quieros;

porque, al miedo,

no le tengo miedo.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que, en vano, trato de ignorar

al hoyo, negro,

que devora mi luz

y que mis pasos, peregrinos,

ya han rebasado

la mitad del camino,

sin saber de donde vengo,

ni a donde voy.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que, en vano, trato de ignorar

la frialdad de su indiferencia

y que, solo, me ha sido permitido

el poder amar sin ser amado

y el poder soñar

sin vivir lo anhelado.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que, en vano, trato de ignorar

la presencia, implacable,

del dolor

y que, solo, me ha sido concedido

contemplar el amor

a la distancia.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que, en vano, trato de ignorar

que no hay fortuna

en la riqueza,

ni en  el amor humano

y que estoy agotado

de, tanto, recorrer,

y en este mundo, raro,

no he podido encontrar

un corazón honrado

que me pudiera amar.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que, en vano, trato de ignorar

que la, auténtica, fortuna

no es de este mundo

y que estoy cansado

de, tanto, caminar

y en este mundo, extraño,

no encuentro mi lugar.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que he nacido afortunado

porque me ha sido revelado

que el dolor, la esperanza

y el, verdadero, amor

son el crisol del alma

que nos forja la vida,

para que, la existencia,

pueda lograr trascendencia.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que he nacido afortunado

porque ha salido, para mi,

el, tivio, sol

 de la resignación;

entonces,

exorcisaré a los demonios

de la soledad y el miedo

y renaceré, otra vez,

de mis cenizas;

y arrojaré los dados,

nuevamente,

apostando, siempre,

a la vida;

luego,

agitaré mis alas, nuevas

y remontaré

y me alejaré

hacia el azul de mi destino.

Así, cuando

agoviada y abatida,

quien desdeñó mi amor,

tal vez, me extrañe,

y, por fin,

se asome por mi celda,

me llamará

y no responderé;

y me buscará

y no me encontrará.

-.-

Ahora, por fin, he comprendido

que he nacido afortunado

porque el, feroz, fantasma

de la mujer amada

que, sin piedad,

me atormentaba,

de tanto esquivar mi corazón,

hoy, ha perdido su morada;

y, ese miedo,

que, tan dentro de mi,

se ocultaba,

por fin ha sido disipado

y, mi alma,

ha quedado liberada.

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JUAN EDUARDO

(E.R.S.V.)

Grrrr si mal andaba el msn, el mp está infufribleeee)

1º Que me qedo con ese pobre ositooo

Y bien seguidito que es una muy linda composición. Triste, no sé por qué encuentro tristeza y

belleza con una cierta frecuencia.

La verda es que es una gozada leer el poema. Y fíjate que yo en esto de los "artisteos" que tenéis

esa facilidad para escribir y construir preciosas piezas con sentimientos que no son necesariamente

reales, me da entre envida y rabia jeejeje,

El caso es que yo me identifico con gran parte de tu poema. Aunque me llevo fatal con la resignación.

Y por cierto, cómo casa éso de la resignación seguido de ese impulso bravo y animoso del

renacer de las cenizas. Bueno, sí, supongo que hay que aceptar (no resignarse) que no vale

el camino emprendido, para poder lanzarse con energía e ilusión por otro.

Pero me apena esa , parece,  necesidad de cerrar las puertas a quien se amó porque en su

momento uno cree que no fue correspondido. O tal vez es cierto no lo fue, sin embargo, hay tantas

variables que influyen en cualquier percepción de los sentimientos tanto propios como ajenos,

mucho ma´s en ésto del amor.  A veces pienso que es verdad lo del angelito juguetón o que el

destino te facilita o se empeña en poner todo a favor o en contra. Por éso me encantan esas

relaciones que consiguen mantenerse a pesar de ese destino , a pesar de las dificultades y

los altibajos. Son relaciones difíciles, sin embargo, si se salvan aunque bastante agotados es

maravilloso llegar a encontrarse definitivamente. Es un amor "bregao", trabajado, que no se disfruta

tanto por ser tan borrascoso y al tiempo si se logra se siente el más creíble, pues ha vencido tanto.

           (arcoiris) (pero porqué no aparece el arco iris en elos iconossss???)

Querida MARIA, la resignación es el final del duelo para poder voltear la página y seguir apostando por algun nivel de felicidad o por lo menos por la paz del alma; sin embargo, para lograr eso hay pasar por el crisol del dolor y el miedo, justamente para forjar el espiritu..........

JUAN EDUARDO