El camino, es la etapa
más larga de la vida,
y la misma vez tan cerca
como parecen estar
el sol y la luna,
y entre tu alma y la mía,
nada es lejanía,
son noches tristes a pesar
que brilla la luz del día,
el rocío rueda
por la copa vacía,
mientras el sol
la seca con su alegría,
un espacio hay en mi alma
viviendo en soledad,
por favor, no tengo libertad,
pero existe una diferencia
entre la noche y el día,
la luna y el sol,
mis ojos experimentan
un sollozo de tristeza,
mi corazón ha fracasado
por una pasión destruida,
errores de humanos
sin perdón y sin culpa,
la cura para las heridas
no tienen alma ni rostro,
un vino añejo se ha beber
hasta altas horas enloquecer,
sentido quiero a mi vida,
sin presente ni pasado,
ni ojos que oculten verdades
porque como el preso se delata
ante la audiencia de mis letras.
El Caminante...