Esperanza, por Dios, lo siento, lo siento,
perdóname, debí quizá asomarme o escribirte a tu correo, Lo siento, siento muchísimo esa pérdida
No sé qué decirte más que me duele, me duele también tu dolor, que lo siento y que deseo profundamente
que encuentres dentro del mismo un poco de serenidad , de consuelo y esperanza en que él , tu hermano querido
está mejor ahora, aunque tú sufras por su falta, por no tener su compañía física, para él, para tu hermano , para
la persona que quieres y no tienes al lado el sufrimiento terminó, ése dolor que nos amarga a ratos a veces
cortos a veces largos la vida, ya no estará más con él. Vive otra vida, otra dimensión que ni siquiera podemos
imaginar pero que no dudemos es más perfecta y es lo que deseamos para aquellos a quienes queremos.
Sé de tu dulzura, de tu bondad y que no me tendrás en cuenta mi falta al no interesarme por tu ausencia.
Claro que noté tu falta, claro que me acordé y . quizá porque yo ande un poco baja pensé que el motivo era más debido a otras ocupaciones, otras colaboraciones más interesantes.
Mi temor siempre a que pueda interpretarse como reclamo hace que muchas veces no escriba a quienes noto su ausencia y ésto ha sido para mí una lección, debí seguir mi impulso y escribirte, aun a riesgo de que lo tomaras como fuera. Discúlpame, hubiera querido acompañarte en ese tiempo que ha debido ser tan duro para tí. Pero ya no tiene remedio y ya pasó, ya pasó el dolor de él y a tí te queda algo muy dificil seguir con la vida y aprender a sentirlo de esa otra forma que no es la presencia física, pero tu amor por él te dulcificará esa ausencia sabiendo que fue la forma en que Dios o la vida supo librarle de su mal.
Un abrazo con todo mi cariño,
maría.
|