Por primera vez leo en estas comus ( porque el campo de la literatura
científica como de evasión es mucho más amplio) que también se trata
de recibir y es que…, la mayoría de los escritos que circúlan por lo general
son bellos pero muy parciales y son realmente para el uso que se hace
de ellos en la mayoría de los casos, sentirse bien leyéndolos porque son
muy bellos y también para sentir esa sensación interna de “hacerlo bien”
cuando en realidad no somos nosotros sino que es … un texto, una novela,
una peli.
A veces no tenemos la generosidad o la inquietud suficiente para dar lo
que alguien necesita , pero tenemos, nuestro cerebro nuestro ego tiene esos mecanismos tan sutiles como fantásticos que nos permiten sentirnos igual
de bien , “viendo” como otros DAN, conceden, …. lo que nosotros no.
En esos casos nos “identificamos” con el “personaje” generoso de la peli
o del texto, en este caso, y cubrimos nuestra cuota.
Pero la realidad es muy otra, no porque sea más fea, al contrario,
se me hace , a mí que lo he experimentado y practicado con frecuencia,
muy bello conceder que alguien te de, es decir, recibir. Si recibes ,
permites que el donador se sienta protector, se sienta capaz, se sienta
también util, con la capacidad de dar lo que otros necesitan.
Si, es algo muy sutil, hay que realmente ser capaz de ponerse en el lugar
del otro y no solo de palabra, no solo “jugar a”.
Normalmente cuando “jugamos a”, siempre vamos de héroes, vamos
de positivos, vamos de portadores de la paz, de la alegría, del ánimo,
vamos de “alza”, y es que… “nos sentimos alzados”.
Cómo distingo, como se distingue un sincero espíritu de ayuda de esa
necesidad propia de jugar al papel de héroes.?. oh!, tiene .. su aquél,
pero un poco largo de explicar. Quienes lo conocen.. ya lo saben y
quienes no, necesitarían verdadero interés en no “jugar a”, sino ser
verdaderos apoyos de otro ser humano y mientras una persona siente
cubierta su cuota, es difícil que tenga necesidad de avanzar.
Dice el escrito “las parejas de hoy en día no duran mucho…” y de
alguna manera , ingenuamente, bondadosamente responsabilizan a
la falta de tiempo, pero es como cuando los padres no ejercen de tales
con los hijos y también responsabilizan al “tiempo”. El tiempo ese “ente”
como la “sociedad”, todo vale con tal de que no seamos nosotros.
Dice, las parejas de hoy, y en eso no estoy de acuerdo al menos
no generalizaría. Si es cierto que tal vez las circunstancias de “antes”,
sin que fueran las más óptimas sin embargo sí favorecían más que las
de ahora el que uno se sintiera “obligado”, ya que no voluntariamente
a cuestionarse lo que está pensando, las medidas que está tomando,
la forma en que está interpretando su situación de pareja.
.- En cierta ocasión alguien mostró mucho interés en que leyera cierto
libro que trata sobre la pareja, sobre el amor, y tantas cosas. Recuerdo
haberme “alterado” en las primeras páginas por la introducción que
hace. Luego reflexioné y concluí que en gran medida estuve sin
darme cuenta “condicionada” por la biografía del autor. Su pertenencia
a determinada sociedad religiosa que, sin ser , como casi todas las
ideologías, mala en sí mismo, sí servía de escudo a algunos miembros,
mentes calenturientas y con demasiadas convicciones fanáticas que ,
por supuesto, se saltaban a la torera en cuanto “su” historia personal
lo necesitaba.
.
Bien, una vez “metidos en harina”, comprobé con sumo entusiasmo que
compartía el contenido del estudio y análisis de los distintos parámetros
que tenían influencia en ese amor y en esa pareja. Compartía el espíritu
de tal forma como estoy segura no lo harían la mayoría de sus adeptos.
Por qué adopto este rasgo de “superado”,… , por los hechos, los
contundentes, `persistentes, y omnipresentes hechos.
Por circunstancias equis he tenido ocasión e incluso obligación
de “conversar” con mas de una “pareja”, matrimonios algunos,
y .. al margen de que mi función no fuera dirigirles, no pude evitar
pensar entonces y con el tiempo algo que tenían en común.
Una parte y la otra se quejaban y acusaban mutuamente y ambas
partes decían encontrar en “otros” aquello que le negaba su pareja ,
a quien , por supuesto, consideraban “carentes” de esas virtudes
que con tanta claridad percibían en esos “otros”.
Con el tiempo y “buena sincera voluntad” ( ufffff ésa es.. si no la fórmula
mágica que no me gusta eso, sí un componente imprescindible), se
llegaba a ver cómo cada uno de ellos también “daba” a esos “otros”,
lo que no daban a su pareja, concedían a esos otros una paciencia,
un interés, una apertura de comunicación , una persistencia, una
oportunidad, que negaban a su pareja (matrimonio o no).
Costaba especialmente reconocer que tal vez no era tan cierto el
que ya lo habían intentado de esa manera “en casa”, costaba especialmente comprender que las circunstancias “de casa” , como las de la pareja
en crisis, no eran tan favorables como las que se daban con esos
otros con los que todo parecía apuntar al éxito.
No se trataba de que no tuvieran derecho a “rehacer” su vida, si su
conciencia y su voluntad así lo requerían , se trataba de no autoengañarse,
se trataba de saber que en todo caso tendrían que asumir que era
una “opción personal”, una decisión , un decir, esto lo suelto y ahora
agarro esto otro. Pero.. estoy diciendo “esto”, y esto se refiere a cosas.
“Cosas”, era otra de las claves, se había “cosificado” a su pareja
mientras concedían la entidad de “persona” a esos otros a los que
ahora querían acceder.
También era importante hacer consciente sus motivos para abandonar
un proyecto y lanzarse a otro, primero que nada por su propio interés
pues…. no haberlo tenido claro les había llevado a esa crisis. Si ahora
seguían autoengañándose… un otro “cosa” podría de nuevo resultar
dañado y por supuesto el propio interesado también.
De manera que habiendo sacado a la superficie su realidad, es que sería
el momento de tomar una decisión, tal vez la de …sí, mirar atrás ( eso
que tanto se critica), porque también hay otro dicho …quien no conoce
su historia se arriesga más a repetirla.
Tal vez la de seguir con ese nuevo proyecto con ese otro, pero.. otra
decisión más debía tomar…, iba a sincerarse con ese otro, o también iba
a “repetir” su historia y volver a “jugar” a la ilusión y a las promesas.
Tal vez podrían plantearse ese nuevo proyecto pero no necesariamente
con otro, sino un nuevo proyecto de renovación , no eso caduco y viejo
y carcomido a lo que habían estado jugando.
Para eso desde luego, debían también contar con la otra parte en crisis….
En fin, muy complejo desde luego, como todas las relaciones humanas,
pero no tan complicadas como los engaños las hacen.
.- “Para ganarte un corazón dulce necesitas una dosis de la vieja
caballerosidad”
Es , como siempre, algo más que una frase bonita a la que asentir,
hay que ver si es así que hacemos en nuestra vida. Muchos de esos
casos en crisis, observaban en ese otro ese corazón dulce que
anhelaban , sin reconocer que habían perdido hacía tiempo su
caballerosidad , incluso sin reconocer que habían adoptado actitudes
muy lejanas a la caballerosidad.
Por otro lado a esos corazones ahora dulces para alguien caballeroso,
les costaba reconocer que habían dejado, si es que alguna vez lo fueron ,
al menos con tanta intensidad, tan dulces tan volcados en mostrar sus
atractivas virtudes con su pareja en crisis. Claro que sus respectivas
parejas estaban llenas de defectos, y por qué se hicieron entonces pareja??.
Si, podemos encontrar excusas para todo. Yo las encuentro a cada rato.
Es fácil, estamos mucho más preparados para ello porque la excusa nos
reduce la tensión y el organismo soporta poco la tensión, salvo la que
proviene de la aventura. Sin embargo, a algunas personas no compensa
esa forma de deshacerse de la tensión, pues, si el cimiento es falso, la
casa estará sujeta al azar, al azar de que haya o no tormentas que
azoten sus vidas.
Cuando queremos dejar atrás algo que nos produce malestar, echamos
todos los arrestos en aferrarnos al futuro . Mirar el presente y el futuro
desde luego es algo que también se aconseja y es que es lo positivo,
pues el pasado quedó atrás. Pero cuando se habla de que el pasado
quedó atrás, no es ese pasado del que “necesitamos” escapar, del que
necesitamos quedar atrás porque.. aquí y ahora nos molesta para
nuestros fines. Si no asumimos nuestro pasado, bueno.. es otra elección,
yo no creo que todas las vidas pasen factura. En estas cosas no es
cuestión de creencias, de fe, sino de voluntad.
Y es una voluntad que , a veces, esas parejas en crisis deciden poner a
funcionar pero con otro, y así viendo que el resultado varía, se conceden
de nuevo la razón.
.- Por qué decía antes que no compartía la opinión de que las parejas de
antes fueran mejores o más duraderas que las de ahora . Bueno duraderas
frente a la sociedad es evidente que sí, pero me refiero a “conservar”
lo que verdaderamente les convierte en pareja. Creo que antes como
ahora hubo como hay y habrá gentes que “opten” por una convivencia
en pareja “para siempre” como se suele decir o… decidan que.. hasta
que dure. ( aquí también sería otro tema a plantearse)
Sin embargo, la “ilegalidad” que hubo un tiempo y luego sin ser ilegal,
sí la condena social que existió hasta hace un tiempo, “obligaba” desgraciada y afortunadamente a replantearse “las crisis”.
Desgraciada porque a veces no tenían los recursos para ayudarse a
superarlas y afortunada porque la dificultad para la ruptura de derecho,
permitió a muchos redescubrir a su pareja. Consiguieron hacer con su
pareja lo que ahora por lo general deciden hacer con el nuevo otro, es
decir, darles oportunidad, comportarse tan dulce o tan caballerorsamente, comunicarse, buscar la vuelta, la forma de llegar a ese fondo que con
tanto empeño buscamos cuando queremos enamorar a un otro.
Y vuelve a tomar protagonismo algo que yo creo tenían estos viejitos
de tan linda historia , que soy muy consciente de ello y comparto, pero de
lo que no se suele hacer referencia en los bellos escritos, donde “idealizamos”
lo que es el amor y la pareja como si no fueran suficientemente bellos el amor
y la pareja en sí mismos. Hay mucho más de realismo para que la pareja
se disfrute como un sueño y es la voluntad, la firme voluntad de luchar por
esa unión que , supuestamente has pensado y reflexionado previamente por
supuesto a hacer ningún proyecto. Firme voluntad de luchar no es algo feo
si tú no lo conviertes en feo. Es lo que tenemos cuando volcamos todo
nuestro esfuerzo por lograr una meta cualquiera en la vida, lo hacemos
para obtener títulos, valores materiales.., cómo no va a merecer la pena
cuando la meta es trascendente y trasciende a alguien más que a ti mismo