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General: .-.-.A TODO LUJO.-.-.
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Messaggio 1 di 2 di questo argomento |
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Da: Ximena777 (Messaggio originale) |
Inviato: 06/07/2009 04:50 |
A todo lujo
El apartamento fue especialmente diseñado. Un arquitecto elaboró los planos: dos cuartos bien amplios, dos compartimientos para vestirse, un baño completo instalado a todo lujo y un balcón que miraba a un valle florido. Y todo esto con calefacción para los días fríos y refrigeración para los calientes.
Pero este no sería un apartamento de soltero millonario; ¡había de ser una prisión! Uno de los grandes traficantes de drogas se lo hizo preparar para él mismo al reconocerse convicto de narcotráfico. Era una prisión bellísima, eso sí, pero prisión de todos modos.
Las cárceles siempre han tenido fama de horrorosas. Siempre han sido frías, oscuras, plagadas de ratas, cucarachas, telarañas y murciélagos. Han sido lugares de dolor, de lágrimas, de amarguras, de frustraciones. Todas las cárceles son así, excepto la de este hombre. La de él era cárcel de lujo, cárcel como para vacaciones, cárcel para darse gusto. Pero no dejaba de ser cárcel. Podía ser de lujo. Podía tener de todo. Pero le faltaba lo principal. Le faltaba la libertad.
El ocupante de una cárcel semejante puede mirar cómo vuelan las aves por el valle florido, pero no puede seguirlas en sus vuelos. Puede ver correr el arroyuelo por entre vegas verdes, pero no puede refrescar los pies en él. Puede contemplar los grandes aviones que vuelan por encima, pero no puede, aun con todo el lujo de su cárcel, hacer un solo vuelo. Tal persona está presa, y no hay para ella libertad.
Sin embargo, la carencia de libertad no se limita al interior de una cárcel. Se puede también estar fuera de la cárcel y tener de todo en este mundo, pero ser, como quiera, el prisionero más cautivo que existe.
Aparte de las prisiones más conocidas, como lo son la tribulación de pasar toda la vida en una silla de ruedas, o el tormento de deudas serias por descuidos comerciales, o la amenaza de enemigos políticos por maniobras refractarias, hay otra cárcel todavía más severa. Es la cárcel de la inseguridad espiritual.
Sabemos que hay un Dios. Sabemos también que llegará el día de confrontación con nuestro Creador. Y sabemos que no vivimos preparados para ese encuentro. Esta es una severa cárcel espiritual. Podemos creer que no existe ningún Juez divino, o que no tendremos que comparecer ante Él, o que ese día de juicio está muy lejos. Pero por alguna razón inexplicable, no se nos quita de encima la inquietud.
Ya es hora de que salgamos de esa cárcel. La puerta está abierta. La abrió Jesucristo con la llave de su sacrificio. Sólo tenemos que reconciliarnos con Dios, y se disolverán la culpa, el temor y la ansiedad en la que estamos encerrados. Aceptemos la libertad que nos ofrece Cristo. De hacerlo así, en lugar de conformarnos con una prisión a todo lujo, podremos darnos el lujo de disfrutar de una libertad sin igual.
Autor: Hno. Pablo
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Da: talvez |
Inviato: 07/07/2009 23:19 |
Que buena historia Ximena, sin embargo no sé. Esta dichosa duda mía, esta perenne duda. Aunque no creas, me resultan a veces tan ignorantes, a veces tan malvados, a veces sobre todo tan crueles y falsos quienes dicen no tenerlas, que no sé, tampoco sé si luchar por deshacerme de estas dudas.
Verás estaba pensando como suelo hacer con los tesxtos en qué parte o con quien me identifico , y al tiempo imagino quienes no lo harían.
Imagino comentarios, que indicarían que sin duda no esta´n ni estarán y lo que es mejor nunca han estado.
Verás yo pienso que sí estoy de alguna forma en una cárcel, sé que soy presa de rejas que hubo un tiempo no tuve. El caso es que siento que ahora no se o no tengo fuerzas para salir de ellas. Los ·ejemplos” que proliferan por ahí hablan de que nadie parece estar en una, y parece que todo el mundo tiene la clave con eso del amor y la alegría,
Mas luego están los actos no parece que reflejen toda esa fuerza, más bien temor, miedos, cesiones que no son tolerancias, sino sometimientos, y mucha venda puesta para no ver el dolor. Acaso no es eso una carcel construida con todo lujo???
No lo sé, pero he de reconocer que tampoco me gusta en la que a veces me hallo, demasiada tristeza, demasiada fidelidades quizá equivocadas, no sé, tengo que pensar más en ello
TalVez
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No hay necesidad de apagar la luz del prójimo para que la nuestra brille” (BARUCH). |
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