Qué grande es ¡ y qué buena elección hiciste Pepe.
A mis amigos les adeudo la paciencia
De tolerarme mis espinas más agudas,
Los arrebatos del humor, la negligencia
Las Vanidades, los temores y las dudas.
Cómo me reconozco pero aún más los reconozco, a ellos, a mis amigos, ese reconocerles su valor, su afecto, su amor, su aceptación, su tolerancia y al tiempo su “guardería”, pues son guardianes también de mis fallos, de mis errores , de mis “pasadas”, de mis vanidades y temores y no permiten que me duerma en ellas, Son mis amigos y porque lo son, sobre mí ejercen siempre ese empuje , eso sí, en compañía, para salir del error.
Gracias a mis amigos, pocos muy pocos, pero lo son. No tengo necesidad de engañarlos, no me dejan, y además, para qué quiere uno amigos si no puede dejarse ver tal y como uno es. Son ese timón que te ayuda a enderezar la barca cuando gira para donde no debe, Esos, sí esos “incordios” son mis amigos.
Gracias.
TalVez 
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No es necesario apagar la luz del prójimo para que brille la nuestra (Baruch) |
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