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General: Ays!! aquella juventud.....
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From: Miryam (Original message) |
Sent: 05/09/2009 21:59 |
Si pudiera volver sobre mis pasos me llegaría a aquella juventud que bebía la vida y la vivía como se come ansioso la pulpa de sandía una tarde de julio, como se escancia el vino en la garganta. La aventura de ser joven fue tan bella como un poema, como un cóndor prodigioso... aunque quizá bebimos de su prisa entregados de manera inconsciente, casi sin darnos cuenta de que al irse renunciaríamos a cualquier esplendor y gemirían los huesos cuando cientos de lunas nos invadieran la piel.
Todos los modos de decir no me bastan para explicar que creo que los de mi generación fuimos unos privilegiados al nacer y vivir en esta hermosa isla de Gran Canaria donde todo era un prodigio de paz, un reino diferente, aunque enturbiado injustamente para algunas personas por la falta de libertad política o por necesidades perentorias. Pero ésa es ya otra historia. Me acuden a la memoria salpicaduras de ese tiempo que nos dejó un bien indefinido. Recuerdo las tardes plácidas, las verbenas y "guateques" con un remolino de gente maravillosa acariciando las pistas de baile con románticos boleros, valses... y chicos algo atrevidos a quienes teníamos que ponerles frenos mientras nosotras nos doblábamos hacia atrás ante los intentos de apretones...
Por los andamios de mi mente me llegan las imágenes , los paseos al atardecer por la avenida de la playa de Las Canteras y la Calle Mayor de Triana, charlando con amigas y pretendientes... Quizá sea todo esto una mera visión personal, pero mi amada isla era entonces un huerto sin bulla con la paz extendida en todos los rincones, un lugar soleado para vivir lentamente, en un camino ancho sin miedos a nada ni a nadie. ¿Quién no recuerda la puerta principal de nuestra casa enganchada a una aldaba o simplemente entreabierta, y los zaguanes abiertos de par en par de día y de noche? ¿Quién no recuerda la bolsa con el pan, colgada en la puerta durante horas? ¿Quién no recuerda de niño jugar en las calles al "teje", a la "soga", a la "piola", al "cogido", al "escondite", al "payoyo", sin olvidar el "clavo" en la cálida arena de la playa... y ajenos al miedo? ¿Quién no recuerda aquel beso sano y furtivo, del tímido novio, sin efectos libidinosos y lleno de ternura? ¿Quién no recuerda pasear a cualquier hora por nuestra ciudad sin miedo a maleantes? En nuestros latidos sólo había cabida para la familia, el estudio, la amistad, el amor... y a las diez en casa. Nuestra hermosa y querida isla de Gran Canaria era una pompa de jabón que se rompió con el arribo del turismo, la droga, el sexo libre, el libertinaje, los delincuentes los grandes almacenes, el exagerado consumismo, la televisión, la inmoralidad, la falta de respeto de los jóvenes hacia los mayores... y que nos ha quebrado los esquemas dejándonos cicatrices en el corazón y un lugar que en nada se parece a la época de nuestra sana juventud. Entiendo que el planeta continúa girando y las costumbres cambian a una velocidad vertiginosa, pero tristemente para que sea todo más peligroso que un bombardeo, y con un susto en el cuerpo como si chocaran la trasera de tu coche contigo al volante, porque ahora vivimos para ser vigilantes de nuestras casas enrejadas por temor a los ladrones, de nuestros bártulos de playa, de nuestro bolso para que no sea robado por un inmisericorde tirón en cualquier esquina y a cualquier hora del día... sin importar la edad de la víctima, de nuestro coche rayado vaya usted a saber por quién y por qué... y tantas y tantas cosas que nos han dejado la sangre descolorida, el miedo enredado en cada rincón de nuestros cuerpos y abrevando ánimos para entender todo esto que nos ha dejado el alma encogida de pena. En fin... al menos nos queda el recuerdo del ayer, que fue nuestro yo auténtico... aunque ya no vuelva a nosotros lo que fuimos y aquella nuestra entrañable isla se nos haya desvanecido como el humo. Ay, aquella juventud perdida... qué pena, penita, pena... |
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From: talvez |
Sent: 06/09/2009 17:19 |
Qué placer ha sido leerte Miryam, porque cuentas muy bonito y porque me haces revivir esa mi generación, la mía que creo anterior sin duda a la tuya, la mía es “cosecha del 57 “ como nos gusta decir a un compañero del trabajo. Algo muy especial. Yo viví esa tranquilidad de las puertas abiertas en la mañana y al anochecer para que se refrescara en los calores de la primavera y verano ( que entonces se correspondían con sus meses como debe ser), esa “carrefila” de macetas que a cada lado saludaban el caminar de la puerta al comedor o al patio donde solían sentarse los mayores con sus labores y con frecuencia yo aprendiendo y escuchando muy atenta tantas y tantas historias., no de superman y superwoman , aunque lo parecían, eran historias de vidas de allí, de sus vidas.
Salías con tu pan con aceite y azúcar a merendar a la calle con las amigas y si era invierno apenas solo para ver la riada que se formaba siemrpe en la calle. Eran tiempos de ver llover por las ventanas , quedarse embobada mirando brillar las plantas del patio mientras resbalaba .
Esa adolescencia y juventud ya fue en Madrid, pero qué MADRID!!!!, sí aquel en que podías regresar a casa a las diez o a las 11, pero andando con tus amigas por alargar el rato o para ahorrarte el transporte. A lo más un loco chiflado al que echándole un poco de coraje se iba él mas asustado. Claro siempre había zonas que en conjunción con horarios mejor evitarlos, por lo demás aunque las puertas debían mantenerse cerradas, daba gusto estar en la calle, en esas terrazas que tanto abundan en Madrid, en ese Café Comercial donde me inicié en la política y su que ver con todo aquello que de la gente venía inquietándome desde niña. Había días de marcha loca de bailes, pero sobre todo de muchos cafés, los famosos “Pubs” con música en directo o en cualquier caso suave, de forma que lo que prevalecía era el murmullo de tantos grupos de jóvenes conversando. La época de la calle Huertas, la Madera, Plaza de Santa Ana, … Todos esos sitios tras un penoso decaimiento han vuelto a florecer, pero ahora plagado de esta juventud que ha de gritar para pedirse el “botellón” ( a más no llegan) o para que los demás disfruten de su carcajada, porque un enorme escándalo musical lo envuelve todo. Era la época de la marcha verde del Sahara, de los movimientos de liberación palestinos, de la inquietud por el ser humano y la convivencia, por nosotros y nuestras relaciones, por desnudarnos, por la autocrítica, por aceptarnos pero sin dormirse, por ser AUTÉNTICOS.
Era la época también de superar los complejos por tanto, también ahí llegaba ya no el lamento, pero sí el reconocimiento y la aceptación y a tirar p’adelante, compensando con lo que estaba en tu mano y eso era con el uno mismo, con tu persona, con sacarle partido a tu persona en lo humanidad y en la racionalidad.
Ya de grande, una profesora , tras un brillante curso y siempre quise pensar, debido a la presión de una huelga de por quien sabe qué motivos, concluyó diciendo que luego el joven se ADAPTA y de todo aquello no quedaba nada.
He hablado con alguno que otro de mi cosecha y aunque , efectívamente , aquella profesora tuvo razón y de aquellos vientos estas tempestades, como en todo movimiento importante, intenso, y vivido muy desde adentro, siempre quedan, espero quedamos, algunos.
Y además siguen estando los jardines Sabatini, el Templo de de Debod, el Retiro , siguen estando los Cafés y algunos Pubs de entonces y en algunos lugares se recupera un poco el viejo estilo donde poderse encontrar de verdad con la gente de verdad, con esa
sensación auténtica de estar en comunicación con alguien.
Un placer Miryam, como te dije al principio.
TalVez
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No es necesario apagar la luz del prójimo para que brille la nuestra (Baruch) |
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