Hola Miryam, siempre disfruto con tus relatos
He leído varias veces el presente y me he sonreído también por la coincidencia en algo que ronda estos días mi cabeza, ese tema de “lo –s nuestro-s”.
me cuestionaba a mí misma, dado que la mayoría así lo considera correcto, si por ese molesto afán mío de no acomodarme a mis tendencias sino a revisarlas, estaría yo cometiendo más injusticia de la que pretendía evitar.
Pero leyéndote me reafirmo en que no. Puede que sea mejor o peor para unos o los otros, pero aún siendo la justicia tan difícil de alcanzar como la verdad, a poco que uno se arriesgue a mirar bien su fondo y a perder adeptos, lo que está a la vista, no necesita anteojos.
Siempre interpretamos, nuestra percepción es sólo nuestra, pero hay hechos en los que se consensúa que no son correctos, justos, equitativos, ni sanos, vengan de quien vengan. Otra cosa sea qué hacemos respecto de quien los actúa ( rechazarlo, condenarlo, castigarlo o ayudar a enfrentarlos) . Pero negarlos, esconderlos, o incluso compincharnos, no parece que sea lo más correcto para nosotros, para el prójimo ni siquiera para el actor.
"Los nuestros todo lo hacen bien..", y aunque suponga desdecirse de lo afirmado y defendido poco antes, aunque uno se traicione a sí mismo y.. a todos, aunque uno tenga que levantar uno de esos “muros” que nos separe de la tensión para seguir instalado en el bienestar de la ignorancia, la incoherencia, y todo está bien, si mantenemos la “armonía” en los nuestros.
Y esa fórmula diferencia unos de otros, sí, pero no de los nuestros o no nuestros sino de la exigencia que tenemos de nosotros mismos.
Cuando avalamos con nuestra cobertura todo lo que hacen “los nuestros” por el simple hecho de que son “los nuestros” convertimos a las víctimas en dobles víctimas. Y a cambio de …? De poder seguir formando parte de ese grupo de “los nuestros”, que se refuerza a sí mismo en un pacto implícito que obliga a aflojar nuestras exigencias internas. La voz interior puede ser muy molesta así que es necesario apoyo para seguir manteniéndola en silencio. Y de dónde nos viene..?., de nuevo, de los nuestros. Es un sistema que se retroalimenta como tantos sistemas de gobierno (gobierno de ciudades, de familias, de nosotros mismos)
No coincido en la denominación..”sectarismo”. No, le llaman.. amistad, lealtad, acogida, apoyo…, por eso es que se puede, no sólo mantener, sino, disfrutar de ello con ingenua alegría.
Y no se puede ceder ni un ápice porque por esas pequeñas brechas que a veces se ha descuidado tapar a tiempo , no se han derrumbado techos sino que se han removido todos los cimientos.
Comprenderás que hay que poner mucho, mucho cuidado.
TalVez 
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No es necesario apagar la luz del prójimo para que brille la nuestra (Baruch) |