Aprendamos a pedir perdón, reconocer que estamos o pudimos estar equivocados, obcecados o que fuimos débiles y sucumbimos a la tentación o a nuestros instintos .

No evitará el daño causado pero acariciará la herida, será un gesto de nobleza, de dignidad, nos fortalecerá ante  nuevas tentaciones, nos hará mejor persona, devolveremos en parte lo arrebatado al prójimo, y por fin nos liberaremos del miedo que nos impulsó y que nos retenía.

 

 

 

 

 

 

Que Dios bendiga a todos.

 

Gracias Tatis,

 

Discrepo en cierta medida de tu opinión o creencia. Son formas de percibir la vida y a los humanos.

Y yo confío en que así no sea. La vida no creo que de ni quite, la vida se vive. Y, dicen que

Dios nos da o nos quita, yo confío o desconfío más del azar unido a nuestras conductas,

nuestra responsabilidad en medio de las situaciones, algunas por azar, que el hecho de

vivir trae consigo y que son distintas de unos seres a otros.

 

Por parte de El, creo que nuestra confianza en El, tener presente su propia vida entre nosotros, fiarnos de su guía, nos fortalece para vivirla que y que

vivirla es tomar conciencia de cada momento que se nos presenta, unos muy dolorosos,

otros maravillosos, en cualquier caso la vida en sí es bella precisamente por su contraste.

Pero.., eso es , otra opinión