Ahhhh gracias Soñadora, me encanta la historia, no la conocía y … me sentí reconfortada con el pensamiento de Confucio. Aprender sin reflexionar…, bárbaro!!
Verás esta historia me dice más de una cosa
Por un lado está esa gota que, como agua, parece que su tendencia natural sea ir hacia el río y después al mar, es como la “gran meta”, con su recorrido previo, de a poquito.
Ahhh, pero , qué “perdida”, se dejó “tentar” por otros horizontes, quizá “distintos” de lo que sería lo “normal”, lo “propio de su naturaleza”, ohhhh, una gota perdida en varios sentidos!!!, se podría exclamar.
Yo…, para seguir mi hábito, me plantearía que.. quien sabe!, tal vez que no era ninguna “mala gota, que simplemente quiso probar algo distinto, tal vez sintió que podría conjugar su naturaleza con otra, tal vez pensó que ahí estaba toda la naturaleza, con sus diferentes expresiones pero que no estaban reñidas sino que podría complementarse.
De hecho, parece que pudiera tener algo que ver el azar, porque igual que terminó en charco sucio, podría ser esa gota que permitió salvarse a quien sabe qué margarita alicaída que encontró por el camino. Bueh!, el caso es que terminó en charquito, nada de gran lago ni mar, pero … aún de charquito, ¿sucio??, por qué, no necesariamente, simplemente marrón, debido a la tierra, eso solo significa que se mezcló bien con el otro elemento.
Pero bueno, luego viene algo interesante, El Peregrino. Me encanta esa figura, no sólo la mira displicente y la regaña paternal … ¿viste???, ya ves en qué has acabado por tu mala cabeza, por andar desviándote del “cauce”, de lo que “debe ser”; No! , parece que fue compasivo que se puso en el lugar de la gota y bueno, imaginó que su tendencia sería el mar y que probablemente terminó en charquito.. por quien sabe qué razones, pero él iba a hacer algo más que indicarle su error y el camino, también parece que decidió ayudarla, acompañarla y eso es muy bonito.
De todas formas, la gota en la tierra tiene su función, como dije antes, incluso aunque se vea fea, turbia, eso es porque la miramos con ojos muy rígidos, muy estrechos, tal vez como un cauce, pero turbia y todo es perfecta para hacer crecer una flor.
Me gusta la gota de agua rebelde, exploradora, vividora, ingenua, confiada y valiente.
Huís queé historia bonita has traído
Gracias, un abrazote desde las españas