Page principale  |  Contacte  

Adresse mail:

Mot de Passe:

Enrégistrer maintenant!

Mot de passe oublié?

AUTÉNTICOS TAL VEZ - ALBERGUE -
 
Nouveautés
  Rejoindre maintenant
  Rubrique de messages 
  Galérie des images 
 Archives et documents 
 Recherches et tests 
  Liste de participants
 TÍTULO PRIMERO 
 
 
  Outils
 
General: Carta de un hijo a todos los padres del mundo
Choisir un autre rubrique de messages
Thème précédent  Thème suivant
Réponse  Message 1 de 2 de ce thème 
De: Miryam  (message original) Envoyé: 02/04/2010 00:23

Esta carta se compone de catorce puntos que ningún padre debe olvidar en ningún momento y que sencillamente nos dicen que debemos tratar a nuestros hijos con respeto, nada más, con el mismo respeto que tratamos al resto de adultos.

Fidelidad, coherencia, respeto, empatía, perseverancia, es lo que nuestros hijos necesitan ver día a día en nuestro comportamiento; nosotros somos sus guías y nuestra manera de actuar les enseña cómo abrise camino en la vida.

1. No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.

2. Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.
Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

3. Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice.
A veces, ni yo mismo lo sé.

4. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por tí (aunque sea para sacarte de un apuro).
Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.

5. Cuando te equivoques en algo, admítelo.
Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.

6. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos.
Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).

7. Déjame valerme por mí mismo.
Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.

8. No me des siempre órdenes.
Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

9. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa posición.

10. Cumple las promesas, buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

11. Trata de comprenderme y ayudarme.
Cuando te cuente un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene.

12. No me digas que haga algo que tú no haces.
Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

13. No me des todo lo que te pido.
A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.

14. Quiéreme y dímelo
A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.

 

 

---------------------------------------------------

 

“Las respuestas violentas surgen frecuentemente cuando las personas no cuentan con alternativas constructivas a través de las cuales resolver los conflictos que las desencadenan.

La falta de control emocional de los padres y madres pueden llegar a ser imitadas por los hijos, como hacen con otros de sus comportamientos, y aprender así a perder también su control emocional, voceando, gritando, riñendo o pegando; y todo ello sin que los padres y madres lo pretendamos. Por eso es tan importante poder autorregular nuestras emociones y nuestros comportamientos ante nuestros hijos e hijas y ante los demás, y también aprender a interpretar y a comprender las razones de su comportamiento, sobre todo cuando están enfadados y tienen conductas inapropiadas.

Para ello hemos de pensar que nuestros hijos o hijas, como cualquier otra persona, necesitan ATENCIÓN, RESPETO, AFECTO Y RECONOCIMIENTO”
Save The Children

“Creciendo como padres y madres” es un guía gratuita en pdf, iniciativa de la organización Save the Children y el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (MEPSYD) en España, como parte del material didáctico del programa sobre la parentalidad positiva.



Premier  Précédent  2 à 2 de 2  Suivant   Dernier  
Réponse  Message 2 de 2 de ce thème 
De: talvez Envoyé: 11/04/2010 02:41
 
 
Muy interesantes y acertados estos consejos, aunque en mi modesta opinión
sería bueno matizar alguno.
 

3. Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice.
A veces, ni yo mismo lo sé.

Entiendo que se refiere a una "forma" de preguntar ese

porqué, de forma inquisitiva, amenazante. Sin embargo,

me parece muy conveniente precísamente el preguntar el

porqué. Siempre es bueno el conocimiento, aunque a veces

no nos guste lo que conozcamos.

Al preguntar podemos "entender" el sentido de esa conducta que en principio juzgamos mala y tal vez fue malentendida. También ayuda a entender qué hay detrás de esa manifestación conductual, qué le hace actuar así. Y quizá lo más importante, lo ayudamos a reflexionar sobre sí mismo, y es probable que no

lo "sepa", pero tal vez acompañándolo en la reflexión consiga averiguarlo. No se vale quedarse con una cierta comodidad en .. no sé por qué hago.. , digo..... Es como mantenerle y mantenernos

en una forma de actuar irresponsable.

 

2. Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.
Que seamos familia, no significa que no podamos ser
amigos.

Es que ser familia implica dirigirse con amabilidad y cordialidad,

son formas educadas, civilizadas y naturales de relacionarse y no

tienen por qué ir ligadas al "amiguismo", tan perjudicial como el

autoritarismo para un crecimiento sano.

 

11. Trata de comprenderme y ayudarme.
Cuando te cuente un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene.

Incluso y, a veces precisamente, aunque para él no la tenga,

no caer en la tentación del temor a "preocuparlos" , a que

se "entristezcan" o disgusten, porque es importante comprenderlo,

tanto como AYUDARLO, pero no a hacerse flojo o debil, sino

a hacer frente a la situación problema que le haya surgido.

Es tristísima la tendencia a dar el visto bueno a todo lo que hagan

los hijos.. por el hecho de que lo son. Es una dejación de

responsabilidad que con frecuencia va unida a una falta de exigencia

hacia sí mismos por los propios padres y que tiene que ver con

el siguiente punto 12

 

12. No me digas que haga algo que tú no haces.
Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Con frecuencia se les anima pícaramente a hacer aquello que no se admite pero que asimismo se hace, dando por buenas actitudes y conductas que jamás admitirían públicamente tenerlas, pero que en ese afán de conseguir sentirse "colegas" amorosos, se justifica con un guiño de ojo o como muestra de aceptación.

El otro día en un debate se decía algo que comparto por completo, justificarles en todo y por todo ( y se empieza como siempre por lo aparentemente sin trascendencia), no deja de ser una falta de respeto a los propios hijos, una falta de tratarlos como adultos, en un mas que interesada interpretación de que ese trato esté reñido con el amor.

Contaban cómo algunos ( claro, no todos) padres verdaderamente preocupados por el respeto hacia sus hijos afectados por algunas enfermedades y trastornos, se negaban a firmar su incapacitación por lo que de anulación de la persona tenía. Uno puede tener limitaciones, puedes ser comprensivo con su falta de aprendizaje que le lleva a posturas y conductas inapropiadas y / o problemáticas, pero no mantenerlos en la ignorancia porque sólo es reflejo de la propia necesidad de aceptación como amigos, ya que no como padres.

 

 

 



 
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés