La Psicóloga Carol Travis en una conferencia hablando de memoria, de lo necesaria que es para la supervivencia pero lo poco fiable que resulta con harta frecuencia , conviene en que como cualquier herramienta, de nuevo, es cuestión de cuidar su uso.
Explica que el cerebro debe configurar una perspectiva del mundo coherente y fácil de controlar, sin demasiados malos tragos, por eso, además de una memoria selectiva tiene otros curiosos mecanismos de supervivencia como el autoengaño
Se pregunta por qué algunas personas no se sienten culpables cuando deberían hacerlo.
Por qué no se “dan cuenta” de que han hecho daño a alguien que les importa, y por qué no se sienten culpables??
Y nos remite a la Teoría de la Disonancia Cognitiva de Festhinger que hace más de cincuenta años que nos da una explicación a muchos porqués de las curiosas conductas de los humanos.
La disonancia es lo que sentimos cuando dos actitudes o una actitud y una conducta entra en conflicto, por ej. cuando fumamos aunque sabemos que puede matarnos.
Este mecanismo ha sido comprobado en miles de experimentos y hasta ha sido localizado en el cerebro.
Los seres humanos están predispuestos a prestar atención a la información que confirma sus creencias y a despreciar, ignorar, minimizar la información que refuta lo que creen.
Nuestras mentes están diseñadas para la consonancia.
La disonancia es especialmente dolorosa y punzante cuando amenaza un elemento importante del concepto que tenemos de nosotros mismos.
Cuando esta información pone en peligro la forma que tenemos de vernos o cuando cuestiona una creencia política o religiosa que consideramos fundamental.
Por ej. si nos consideramos personas competentes , morales, amables y buenas y, de pronto, nos llega la información de que hemos hecho algo incompetente o tal vez que no resulta muy ético o poco amable
Ante ello podemos responder de dos formas
- Una, podríamos decir…, gracias tesoro, disculpa lo bruto, lo incompetente, lo cruel que he sido
- O,
podemos decir donde puede meterse esa información
la autojustificación no es lo mismo que decirle a los demás que se vayan a tomar vientos, mas bien es la forma en que funciona inconscientemente la disonancia y que nos permite mentirnos a nosotros mismos.
Dice la Psicóloga C.Travis que, desde luego existen seres crueles y malvados en el mundo, pero los mayores problemas no los dan estos crueles y malvados sino aquellos otros seres que se creen buenas personas y que justifican las cosas malas que hacen para mantener intacatas su convicción d e ser buenas personas.
Puede que el malestar de la disonancia sea parte de la forma como funciona el cerebro de un modo natural para conservar nuestras creencias,
Pero nuestra manera de plantearnos nuestros errores y lo que significa equivocarse es totalmente aprendida
Estar abiertos a que alguien refute nuestras ideas nos lleva a ideas mejores que pueden salvarnos la vida.
Y pone el caso del director de lanzamiento en la NASA que en 2003 tomó la decisión de lanzar al espacio el transbordador Columbia. El Columbia tuvo un accidente, estalló en el aire y 7 astronautas murieron.
La primera respuesta fue justificar su decisión, no pude hacer otra cosa, fue la información que me llegó, hice lo correcto, pienso eludir cualquier responsabilidad.
Ero luego se dio cuenta y cambió de opinión. Hizo un comunicado a todo el personal de la NASA diciendo:
“El tribunal de mi propia conciencia me ha condenado como culpable por no haber evitado el accidente. En resúmen, no logré entender lo que se me decía, no logré estar ahí para que pudieran contar conmigo, por tanto no busquéis en ningún otro lugar, porque yo soy el único culpable por haber permitido el accidente”.
Imaginemos ahora que fuéramos los posibles ocupantes del Columbia, preferiríamos un director de lanzamiento que tal vez eludiera su responsabilidad y pasara la pelota al resto del equipo o a éste que ahora se dejaría los cuernos para asegurarse de que no habrá lugar a un error.
Al parecer la NASA valoró en lo que vale el ser capaz de asumir seriamente la responsabilidad y ascendió a Wein.