De los lentes de un botánico
cayó un cristal, se hizo piezas.
y quedó sobre una hormiga
un pedazo al dar en tierra.
Las hormigas, al pasar,
deteníanse, y, sorpresa,
contemplaban a una hermana
de tan rara corpulencia,
y la pequeñuela hormiga,
debajo del cristal presa,
convertidas en gigantas
miraba a sus compañeras;
en tanto el sabio reía
del terror de todas ellas.
¡ Entre cristales de aumento
cuánta gente se pasea!
Joaquín Bartrina ( 1850 - 1880 )