Confieso que he pecado en los siguientes términos:
He tenido pensamientos impuros mirando a mi esposa mientras se duchaba esta mañana
He robado un azucarillo de la cafetería para ponermelo en el yogurt
He mentido a mi jefe diciendo que ya he terminado el **** estudio
Anoche cometí actos impuros
He codiciado el BMW de mi compañero
Me he cagado en Dios (Ha sido sin querer, lo juro, pero dolía)
Lo de trabajar las fiestas no es culpa mía
La cucaracha que maté en el pasillo ayer ¿se considera asesinato?
Lo más terrible es que no me arrepiento, que no creo en la Iglesia ni en Dios, pero pueden imponerme su castigo.