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Estrés postraumático y fracaso escolar, algunas secuelas de los abusos
Agresores sexuales de diez a doce años; víctimas de cuatro a seis
El Ciasi es el centro madrileño donde se tratan los casos de abuso de menores, 327 en 2008 sólo en esta comunidad.
26 Julio 09 - Luis Boullosa
MADRID-Trabajo en equipo, especialización, entrega y un innegable sustrato vocacional. En el Ciasi (el centro de intervención en el Abuso Sexual Infantil de la Comunidad de Madrid), trabajan diez profesionales dependientes de la ONG «Protégeles» (www. protegeles.com), entre psicólogos, abogados y asistentes. Su esfuerzo común es sanar a aquellos menores afectados por abusos sexuales y también a aquellos que han sido abusadores. Entre los primeros (327 atendidos en 2008), casi un cuarta parte se encuentran en la franja comprendida entre los cuatro y los seis años. Entre los segundos (24 atendidos en el mismo ejercicio), llamativamente más de un ochenta por ciento se encuentra entre los diez y los doce años. Curación integral Ante la pregunta de si alguien que haya sufrido un abuso sexual severo se puede curar por completo del trauma la respuesta es contundente: «sí», aunque el tiempo de terapia necesaria es algo imposible de calcular a priori. Al Ciasi llegan todos los casos que son derivados de otros organismos públicos. Es decir, no se presenta la gente directamente sino que los casos de aparente abuso son asignados por quien los detecta, que en una mayoría de las veces son los servicios sociales, seguidos de los médicos y los profesores que, como en el caso de cualquier otro maltrato, tienen la obligación de dar cuenta de sus sospechas. Primero se evalúa, en una reunión en equipo, cada caso. Posteriormente se pasa a la fase más delicada, en la que se intenta que el abusado cuente su experiencia. «No se cita al agresor jamás, y se trata de que se suelten y realicen una narración abierta». A veces hay problemas, porque un niño muy pequeño, pese a ser consciente de que ha ocurrido algo «que no le gusta», no tiene la misma capacidad de verbalizarlo que un adulto. «Muchas veces hay que ganarse primero su confianza, llegar a ser alguien en quien el niño confía y en quien se apoya, para que termine abriéndose». Todo ello se graba. Luego, mediante un método llamado SVA, se ve si el relato del menor es creíble o no. «No se trata de definir si ha habido abuso, sino simplemente si lo que cuenta es creíble por comparación con experiencias reales de abusos», comenta una de las expertas que trabaja en la zona. En el proceso a menudo se utilizan juegos o dibujos para que el niño exprese su experiencia. Trabajo en grupo Una parte importante del camino hacia la curación es el trabajo en grupo, que se hace con los niños y también con los padres, siempre en grupos de un máximo de nueve personas y con chavales que presenten sintomatologías similares. «Los problemas derivados de un abuso son variados», comenta una experta del Ciasi: «Impotencia, desamparo, sensación de peligro constante, culpabilidad, alteración del desarrollo sexual, del sueño y de la alimentación, estrés postraumático y fracaso escolar. Esto último porque sencillamente su mente está demasiado preocupada protegiéndose para tener espacio para el aprendizaje». También hay una sensación de diferencia: «El niño se siente diferente a todos los demás, y el trabajo en grupo le permite percibir que no es el único al que le ha pasado eso. Es importante, y en el caso de los padres es muy parecido, y ayuda combatir la losa de la culpabilidad». A menudo existen casos en los que los niños se dan cuenta tarde de que la conducta ha sido de abuso, ya que en su entorno es habitual y aunque no les guste, la han entendido como «lo normal». Sólo cuando empiezan a funcionar fuera del núcleo donde se da el abuso perciben la realidad de la situación. Con niños algo más mayores se realizan también representaciones («role playing») en las que dos miembros del grupo, por ejemplo, escenifican el momento de contarle lo sucedido a otra persona para que luego sea más fácil cuando deban hacerlo en la realidad. «A menudo tienen problemas para contarle algo así a una pareja, por ejemplo».
Análisis La inmunidad que otorga la Ley del Menor - ¿Debería reducirse la edad penal? –El debate está abierto. Actualmente la edad penal está fijada a los 14 años. Por debajo de esa edad el delito no es imputable. Hay quien aboga a que se reduzca a los 12 o 13 años. Lo cierto es que, por ejemplo, a partir de los 13 ya pueden consentir relaciones sexuales.
- ¿Protege la ley a los menores que delinquen? –La ley les hace responsables de sus actos desde los 14 años, pero si cometen un delito antes de cumplir los 18 no pueden superar más de ocho años de internamiento en un centro, no en una prisión, y, concluido el castigo, el expediente se borra. Lo más polémico de la Ley del Menor es que este tratamiento de favor es independiente de la gravedad del crimen que cometan.
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Un hombre mata de una puñalada a una niña de 12 años
La víctima pidió socorro a una mujer mientras su atacante huía del piso
F. J. BARROSO / P. ÁLVAREZ - Madrid - 26/07/2009
"¡Socorro, auxilio, suéltame, déjame!". Fueron los gritos desgarradores que se oyeron pasadas las 8.30. La mujer bajó corriendo y encontró a la joven María Mercedes, una menor dominicana de 12 años, tirada en el portal con la mano en el corazón y cubierta de sangre. "Tenía una puñalada enorme junto al corazón", recordaba ayer Consuelo Aldeán, una peruana de 55 años, la vecina que encontró a la chica tambaleándose moribunda e intentó taparle la herida con una toalla. "Se me murió en los brazos", se lamentaba junto al portal situado en una calle del distrito de Puente de Vallecas (Madrid).
Aldeán abrazó a la chica, gritando ella también, cuando un hombre irrumpió en el portal. "Pensé que venía a socorrerla, pero entró corriendo en su piso y volvió a salir", según la testigo. Otros vecinos lo vieron salir. Sospechan que es el asesino. "Le chillé 'la has matado, la has matado', pero no me hizo ni caso", explicó la vecina después. Su hijo Roberto fue quien llamó a los servicios de emergencia. "La herida era del tamaño de un dedo", describió el menor.
El hombre era alto, delgado, de tez morena y vestía una camisa a rayas rosas y pantalones grises. Subió calle arriba y torció por la primera a la izquierda, según los testigos. Allí se le perdió la pista. Otra vecina del bloque de enfrente, que lo vio escapar, le gritaba a la policía que llegó poco después: "¡Cójanlo, la apuñaló y se les va bien fresco!".
Tras los servicios de emergencia y la policía, apareció en el domicilio la madre de la chica, que se había marchado temprano a trabajar. Tuvo que ser atendida de un ataque de ansiedad por los psicólogos del Samur-Protección Civil, igual que una hermana que llegó a acompañarla y tres amigas. La mujer, de nacionalidad dominicana, que lleva dos años en España, se acababa de mudar al edificio de dos plantas con su hija, un bloque en el que conviven otras siete familias. Apenas conocían a las recién llegadas. De hecho, como la chica tenía una gran corpulencia, muchos pensaron que era mayor de edad. Otros la confundieron con su madre.
Cuando llegaron los facultativos del Samur, intentaron reanimarla sin éxito durante media hora. Además de la puñalada en el tórax, que le hizo perder gran cantidad de sangre y morir prácticamente en el acto, presentaba dos heridas leves en la mano izquierda, que demuestran que intentó defenderse de su agresor, según fuentes de la investigación. Hoy está previsto que se le practique la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, en la Ciudad Universitaria.
Los agentes del Grupo V de Homicidios han centrado las investigaciones en los familiares y conocidos más próximos de la víctima.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid se negó a facilitar más detalles del caso. Argumentó que, como se trataba de una menor, no podía informar del mismo hasta que se detuviera al autor de la puñalada. Anoche no se había registrado ningún arresto por este caso.
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Se entrega el asesino de la niña de 12 años apuñalada en Vallecas
26/07/2009 14:02:07
El presunto asesino de la niña María Mercedes, de 12 años y de nacionalidad dominicana apuñadada el sábado en su domicilio de Puente de Vallecas, se ha entregado voluntariamente a primera hora de esta mañana en una comisaría de Zaragoza, declarándose autor del homicidio, informaron a Europa Press fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El hombre se presentó este domingo por la mañana en la comisaría del distrito de Delicias de Zaragoza, situada en el número 50 de la Avenida de Valencia, donde se ha declarado autor del homicidio ocurrido el sábado en Puente de Vallecas. A continuación, los policías comprobaron en las bases de datos que el individuo presentaba una orden de búsqueda y captura como autor del homicidio de la niña dominicana.
Tras ponerse en contacto con la Brigada de Policía Judicial de Madrid para informar de que se encontraba allí, el asesino fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, donde se encuentra a la espera de que se le practiquen el resto de diligencias policiales.
Al tratarse de un crimen a una menor y debido al secreto de las actuaciones por parte del juzgado que instruye el caso, no se facilitarán más datos del homicida.
La pequeña fue hallada muerta auer en torno a las 8.45 horas en su domicilio, por varias heridas de arma blanca, una de ellas asestada en el corazón.
Cuando los servicios del SAMUR llegaron al lugar de los hechos, la niña se encontraba en parada cardiorespiratoria y aunque intentaron reanimarla durante 30 minutos, no pudieron hacer nada por su vida. La niña presentaba también dos heridas defensivas en la muñeca izquierda.
El asesino se dio a la fuga y estaba siendo buscado por los servicios policiales. María Mercedes, se encontraba sola en su domicilio al ocurrir los hechos. Los vecinos cercanos fueron alertados en torno a las 8.45 horas por los gritos de la joven "pidiendo auxilio", y poco más tarde, uno de los vecinos vio "salir a un hombre corriendo" calle arriba, aunque no pudo identificar quién era.
Al acercarse al portal, una de las vecinas vio a la joven ensangrentada en el suelo. Poco después del apuñalamiento, llegó al lugar de los hechos la madre de la menor, que en el momento de los hechos estaba en su trabajo, en una residencia de ancianos, ysufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser atendida.
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