Señora
Señora de ojos dulces penetrantes,
de sonrisa hermosa muy jubilosa,
enamoras como la linda rosa,
ofreciendo el corazón por delante.
En él, revolotean en un instante,
la ternura de las mil mariposas,
festejando por ser maravillosa,
la felicidad de vivir radiante.
Acaricias como la brisa una ola
donde danza la sirena amorosa,
canto de Sibila en la caracola.
Llevada suavemente la preciosa,
meciéndola junto las amapolas,
en el jardín pareces una diosa.
Autor: Joan