Tu presencia
Poco a poco, con extrema paciencia,
navegar quisiera en tan sublime mar,
entre olas, me detengo y, logro mirar
la hermosa silueta de tu presencia.
Sorprendido en ignominia indulgencia,
como sirena bella eres de admirar,
la sonrisa y frescura hace suspirar
a ese corazón con toda impaciencia.
No recojas tus besos en el alma,
mis labios impacientes los reclama,
entrelazado pronuncian y exclama,
la fogosidad y el fuego del que ama,
sea sirena, diosa, ella es mi dama,
sin ella, nunca tornará la calma.
Autor:Joan