Las hijas de Zapatero no tienen quien les escriba

Morbo, mucho morbo, vanidad incluida. La sociedad contemporánea es un espectáculo; pero de los peores. Los medios españoles de derecha, que para más han sido liderados por la cadena radial Cope, obispos incluidos, han revuelto a la opinión pública con la visita de Zapatero y su familia a los Estados Unidos. Es verdad que ya no estamos en la época de Bush en la que se vivía ese idilio político desde la derecha con Aznar a la cabeza, ahora es el “negro”, según la voz de Juan Manuel de Prada, el que intenta imponer orden en este destartalado mundo.

Así las cosas, resulta que la visita de José Luís Rodríguez Zapatero a las cumbres de la ONU y el G-20 parece más un tema de los programas de María Patiño con las intrigas de Jesús Mariñas que la visita de un Jefe de Estado con toda la seriedad que ello implica. A este morbo español le importa más la ropa que llevaba puesta Sonsoles Espinoza, esposa de Zapatero, que el propio discurso que este realizó en el plenario; y por supuesto, la historia de sus hijas deja mucho filón para explotar: que si tenían que ir a clases, que si viajaron en un avión oficial, que si estaban en el plenario, que si le dieron un beso a Obama... uf, cuanta mierda junta.

Es una pena que en un país en el que las cosas no van muy bien económicamente, los medios de la oposición en vez de ofrecer alternativas creíbles al discurso oficial se diluyan entre tanta mugre editorial. Mariano Rajoy, el pobre, ya no da para más. Escenifica en las tribunas la muerte de Zapatero, pero la verdad es que es el propio Partido Popular el que se hace agua entre tantas tramas de corrupción que se empeñan en callar. Una pregunta: ¿Dónde está la supuesta denuncia al Parlamento Europeo de asedio y espionaje por parte del PSOE al PP? ¿Y el dossier de pruebas sobre las escuchas telefónicas? Ya de eso no queda nada, solo olvido...

Ya lo digo, la falta de sentido común asusta, y mucho, en esta España provinciana.

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