Josep Maria Casanovas
PERDIERON POR GOLEADA. No pudo ser. La corazonada se quedó sólo en deseo. Por segunda vez, Madrid se queda sin los aros olímpicos. Llegaron a la finalísima pero sin fuerzas para disputar el triunfo final. Se quedaron con las ganas, tristes y decepcionados. Río les pasó por encima, con claridad. Y el marcador de la votación es inapelable: Río, 66 - Madrid, 32. Tal como adelantamos ayer, la candidatura presidida por Ruiz Gallardón no ha tenido los votos necesarios. Se quedó muy lejos, el adversario les dobló en apoyos. Una votación que dejó claro el triunfo del gran favorito. Brasil ya tiene la autopista deportiva conectada. Mundial de fútbol en el 2014 y dos años después los Juegos Olímpicos. Se van a convertir en el espejo de medio mundo.
RUIZ GALLARDON NO RESPETO LA TRADICION OLIMPICA. No respetar el cambio de continente, no tenerlo en cuenta como factor decisivo, no interpretar los deseos conservadores del movimiento olímpico han sido los errores de Ruiz Gallardón. Tras la derrota del 2012 en Singapur, Madrid tenía dos opciones: retirarse para plantearse ser candidata en el 2020 o seguir la carrera olímpica sin valorar en su justa medida que después de Londres lo normal es el salto de continente. El alcalde madrileño se dejó guiar más por sus deseos personales que por la lógica olímpica. París, por ejemplo, se retiró a los cuarteles de invierno para volver con más fuerza en el 2020. Madrid ha luchado contra la tradición, contra la historia y así se explica que una buena candidatura, con un gran apoyo popular, se haya quedado otra vez en la estacada. A partir de ahora supongo que meditarán si se presentan nuevamente dentro de cuatro años.
LULA, EL GRAN VENCEDOR; OBAMA, GRAN PERDEDOR. La gran sorpresa de Copenhague ha sido el batacazo que se ha llevado Obama. Llegó en plan triunfador, como rey del mundo, y fue el primero en caer. Sus asesores deben estar temblando porque le han llevado al fracaso. El golpe para los estadounidenses es de los que hace daño. Chicago cayó en la primera votación contra todo pronóstico. Los miembros del CIO demuestran una vez más que reman a su aire, que no se dejan influenciar por nadie. La cara opuesta de Obama era la de Lula Da Silva, el gran triunfador, el hombre que está llevando a Brasil a un lugar puntero en el mundo. Su carta ganadora ha sido defender con elementos de peso que el continente sudamericano se merecía los Juegos. Este también era el deseo de Jacques Rogge, que quiere pasar a la historia por haber anunciado los Juegos para un nuevo continente. Río ha cerrado las puertas a Madrid con un portazo de los que hacen daño.