06/10/2009 Y. TENA
Solo el resultado de la autopsia del conductor M.N.B., de 34 años, de nacionalidad rumana y residente en Viver, podrá determinar si el fatal accidente de la madrugada del domingo, en el kilómetro 34 de la A-23, a la altura de Segorbe, y que acabó con la vida de otras dos personas más, fue un homicidio voluntario o bien fue consecuencia de un fatal error, de un despiste o porque el afectado estuviera bajo los efectos de alguna sustancia que mermara sus facultades psíquicas y de atención en la carretera.
De momento, según confirmaron ayer a Mediterráneo fuentes de la Conselleria de Justicia, "las tres autopsias --las del joven que provocó el choque frontal y las del matrimonio valenciano, de 34 y 35 años, que tuvieron la mala suerte de no poder esquivarlo,-- fueron practicadas en la mañana de ayer en el Instituto de Medicina Legal de Castellón".
Los documentos que desvelan en qué estado manejaban el volante las víctimas fueron enviados al juzgado de Segorbe, que instruye la investigación. Una indagación que llevan a cabo efectivos de la Guardia Civil del subsector de Tráfico. Cabe decir que segundos antes de la tragedia un joven de 20 años sí que esquivó al coche del kamikaze.