Con 18 me tocó "La República" creo recordar y no entendí nada. No puedo juzgar al profesor puesto que el que no estaba preparado para la Filosofía era yo mismo, se estudiaba en 3º de BUP y ya antes de estudiar aquella asignatura mil-pregunté de qué iba y qué se pretendía aprender y nadie me dijo nunca nada claro.
Ante tan claros "indicios" y proviniendo de una educación que te "adiestra" a retener datos y practicar operaciones, cuando el profesor empieza a hablar de un señor que está en una cueva de la que nunca ha salido, que tiene cadenas, que solo ve sombras de una hoguera a la que nadie echa leña y empieza a volverse loco con un "speaker" de fondo que empieza a radiar su particular GH a su discípulo Salinas (¿Glaucón?, no recuerdo) y que este le decía a todo que sí ("Verdad, maestro.") no sabes si lo que te cuentan es un deporte, un cuento, o un experimento.
Tiempo más tarde lo entendí, después de haber aprobado y pasado la selectividad (reproduciendo como un papagayo).
P.D. Con razón todos los que fumaban porros aprobaban.