Infringió una ordenanza que la obligaba a callarse
Condenada a dos meses por tener sexo a todo volumen
Solicitan 8 semanas de prisión por conducta antisocial



Caroline Cartwright y su marido Steve.
Condenados por escandalosos al tener sexo
La mujer de los 300 orgasmos ya tiene quien la satisfaga

Beatrica Bolton, jueza: "He escuchado una corta grabación del ruido que usted hace y entiendo perfectamente que sus vecinos estén contrariados y perturbados
¿Está de acuerdo con la sentencia por gemir tan alto?

Sí, todos tenemos derecho a descansar.
No, no está haciendo nada malo.
No lo sé, yo también hago ruido.
NS/NC.
/>
Caroline Cartwright y su marido Steve.


La novena sinfonía de Beethoven era un susurro comparado con la serenata que daba esta mujer en la cama. Y es que cuando esta británica de 48 años mantenía relaciones sexuales con su marido, Steve, se enteraba todo el pueblo.

Un sonómetro instalado en un apartamento vecino midió hasta 47 decibelios en gemidos de placer.

Y por compartir sus orgasmos a todo volumen con el vecindario, la mujer ha sido condenada en Newcastle, Inglaterra, a ocho semanas de prisión en suspenso.

No era la primera vez que emitía conciertos sexuales. Ya había infringido la ordenanza que la obligaba a mantener a un nivel tolerable el volumen de sus relaciones sexuales.

EXCESO DE RUIDO EN LA CAMA

Caroline Cartwright recibió primero una advertencia por exceso de ruido y ésta se convirtió rápidamente en una orden de conducta antisocial por incumplimiento. La mujer perdió en noviembre un recurso para que se anulara esta orden, que también violó con frecuencia.

Beatrica Bolton, jueza:

"He escuchado una corta grabación del ruido que usted hace y entiendo perfectamente que sus vecinos estén contrariados y perturbados. Además, está muy claro (...) que no hace usted ningún esfuerzo para callarse"
La jueza argumentó que le infligía una "pena de prisión para disuadirla" y añadió:

"Y si comete usted nuevas infracciones de esta naturaleza, su pena será validada y tendrá que cumplirla"
"RUIDOS SOBRENATURALES"

Algunos testigos denunciaron ruidos "sobrenaturales" que hacían pensar que estaban "asesinando" a alguien y que se superponían al ruido de las televisiones vecinas.

La mujer, que se encuentra en paro, alegó en su defensa la legislación británica en materia de derechos humanos que asegura "respeto de la vida privada y de una vida familiar".

En una audiencia previa, la mujer explicó que no lograba bajar el volumen de sus gritos cuando mantenía relaciones sexuales con su marido. Menudo concierto.