CCOO y UGT o viceversa

José Salguero Duarte
Jueves 20 mayo 2010

http://salgueroduarte.artelista.com/

José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de Gobierno español, el pasado 12 de mayo, por así habérselo impuesto varios días antes Obama y la Unión Europa. Destapó el tarro de sus ineptitudes políticas con duros recortes sociales, provocando una enorme convulsión en el pueblo, al considerarse que sus medidas son propias de gobernantes oscuros sin ideas y sin escrúpulos.

Pero, las respuestas de CCOO y UGT o viceversa, dirigidas por Fernández Toxo y Cándido Méndez, no tardaron en llegar nada más conocer la noticia. Irradiando estos sindicalistas en esta ocasión, un malestar clamando por las movilizaciones, ante la acción gubernamental de Zapatero, bajándole a los funcionarios un 5% el sueldo a partir de junio, y congelárselos junto al de los pensionistas el año próximo.

Sin embargo, debo recordar, que estos gaseosos sindicalistas, no movilizaron a sus huestes en los últimos años, a pesar de la nefasta y retrógrada gestión realizada por el PSOE, rondándose ya en España sobre los cinco millones o más de desempleados.

Rodríguez Zapatero, ante la actitud de Toxo y Méndez movió fichas e hizo con ellos lo mismo que con Cayo Lara, cuando fue elegido Coordinador General de IU en diciembre de 2008. Ya que don Cayo en el discurso de toma de posesión, bravuconeó diciendo: “Deberá haber una huelga general, para decirles a los poderosos que por aquí no vamos más a ningún camino…”.

Pero, Zapatero, llamó a consulta a las pocas horas a Cayo Lara. Saliendo el líder de IU de La Moncloa, con el rabo metido entre las piernas y más manso que el borreguito de Norit. Aprendiéndose tan bien el cayo éste la lección, hasta el punto que no se le ocurrió más levantar la voz contra el Gobierno español de Zapatero, porque se quedaría sin las migajas que el PSOE deja caer para que las recojan presuntamente a los pies de su mesa, sus primos hermanos políticos de IU.

Por lo tanto, el semblante de Méndez y de Toxo, durante la reunión que mantuvieron con Zapatero el pasado jueves 13, así como en la posterior rueda de prensa con los medios de comunicación, era todo un poema inquisidor. Porque la catadura sindical que atesoran ellos y parte de sus comparsas sindicalistas, la han demostrando similarmente que Cayo Lara, al tenerlos el PSOE atados política y sindicalmente, lo mismo que mi vecina a su pastor alemán evangélico, cuando salen de paseo a la calle.

¡Vosotros los de CCOO y UGT, os atrevéis a criticar a los sindicalistas franquistas!, cuando estáis ejercéis sindicalmente con el PSOE lo mismo que ellos con el dictador. Porque, si atacarais sindicalmente al sistema capitalista del PSOE, no recibiréis subvenciones... Y creo que con el dinero de las cuotas de vuestros afiliados, no tendríais ni para abonar el fluido eléctrico, el agua o el teléfono… de vuestras sedes. Pero mucho menos podríais abonar los sueldos mensuales de los sindicalistas...

Por lo tanto, pienso, que “cuando el sol aprieta el burro a la sombra queda”. Y creo que si no le removéis las aguas al PSOE, es por temor a que os dejen sin plumas y cacareando. Ya que si el dictador Franco lo tenía todo muy bien atado, lo mismo lo tiene con vosotros los suciolistos del PSOE de Zapatero...

Por consiguiente, ¡qué pena de democracia española!, ¡qué pena de la política sindical española! Y ¡qué pena me da el pueblo español!, al tragar por delante y por detrás, permitiendo que le metan la mano en los bolsillos a los más débiles, mientras la realeza vive ostentosamente y, los numerosos dirigentes de entes públicos estatales, autonómicos, provinciales y locales, despilfarran millones de euros a espuertas sin que se les pida responsabilidades. Ya que el PSOE tiene distraído al poblacho cateto y sumiso español con el fútbol, con la prensa rosa y con la ministra Bibiana Aido.

Dicen que las flores no dejaban de cantar
tu nombre, tu nombre cariño
Que las olas de los mares te hicieron un chal
de espuma, de nubes y lirios

Y la luna no se convenció
Y bajo a mirarte el corazón
Y al mirarte dijo que había visto un sol
radiante, mas bello que mi bendición

Tenerte, besarte, andar de la mano contigo
Mi cielo, mirarte, decirte un te quiero al oído
yo te lo digo, que bendición

Dicen que las palmas aplaudían al oír
tu pasos, tus pasos cariño
Que los ríos salen de su cauce al contemplar
tus ojos, tus ojos divinos

Y un lucero no se convenció
Y bajo a mirarte el corazón
Y al mirarte dijo que no había visto luna
llena, mas bella que mi bendición

Tenerte, besarte, andar de la mano contigo
Mi cielo, mirarte, decirte un te quiero al oído
yo te lo digo, que bendición

Cuando me hablas oigo un coro de amor
para dos
El falsete de un te quiero pegado a
tu voz, que bendición

Tenerte, besarte, andar de la mano contigo
Mi cielo, mirarte, decirte un te quiero al oído
yo te lo digo, que bendición(BIS)

Que bendición…

Siempre estais follandoos los paneles del gafas.

A mi me tienen distraída los de Gürtelandia!!... (cuando no veo a Belén Esteban... obviamente)

Poxi: La Tanger la levanta... ( la mano ).

LA COGIDA Y LA MUERTE

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!