Los narcos imponen su justicia en las favelas de Río de Janeiro

Un adolescente de 13 años, acusado de robar a una vecina de la misma favela, fue juzgado y sentenciado por 15 narcotraficantes. Como castigo, le dispararon dos tiros, uno en cada mano.

Asesinado a puñaladas en Vecindario

Victoriano Suárez Álamo
Las Palmas de Gran Canaria

El barrio de Los Llanos del Polvo de Vecindario volvió a ser noticia en la tarde de ayer por un triste
suceso. En la calle Honduras, a escasos 50 metros del solar en el que
desapareció el pequeño Yeremi Vargas, fue apuñalado mortalmente un
joven de 20 años de edad por causas que se investigan.
Según pudo saber ayer CANARIAS7 por varios vecinos del barrio,
del inmueble en el que fue apuñalado el joven, de raza negra y del
que no han trascendido más datos, escaparon dos individuos, uno de
ellos con un cuchillo de grandes dimensiones en las manos. Los dos
presuntos responsables de la muerte de este joven caminaron un buen
trecho de la calle hasta que se introdujeron dentro de un automóvil, de
la marca Fiat, de color rojizo con el que se marcharon. Los efectivos de
la Guardia Civil de Santa Lucía, que acudieron al lugar de los hechos
tras ser avisados por los vecinos emprendieron sobre la marcha
la búsqueda de este vehículo.
Hasta el cierre de esta edición, los responsables de la investigación
no confirmaron a este periódico la posible detención de al menos uno
de los individuos, como comentaban al caer la noche algunos de los
conmocionados vecinos de Los Llanos, donde se produjo el asesinato.
A las 17.00 horas de la tarde de ayer, en el rellano de la escalera de la vivienda
alquilada en la que habitaba junto a un amigo, fue apuñalado
mortalmente el joven fallecido.
Del inmueble no sólo salieron por su propio pie los dos presuntos
agresores. Segundos después lo hizo la propia víctima, «totalmente
ensangrentada», según varios testigos oculares.Apesar de la gravedad
de las heridas que finalmente acabaron con su vida, consiguió caminar
unos 200 metros hasta desplomarse a las puertas de un locutorio-
cibercafé junto a un parque cercano.
Los primeros en ver al fallecido durante su sangriento caminar
fueron niños y adolescentes que pasaban la tarde del sábado jugando al
fútbol y con bicicletas.