Mi padre siempre ha querido tres cosas con respecto la vida y la muerte:
1. Que cuando se muera, se extirpen todos los órganos para que alguien necesitado de ellos los aproveche.
2. Que cuando se muera, lo congelemos y cuando se le pueda resucitar se haga.
3. Vivir con la edad actual cien años más adelante, es decir, el S-XXII, en el futuro.
Como podéis comprobar, la generosidad, el humor y las ilusiones, aunque entre ellas sean incompatibles entre sí, define a mi padre.
¿Por qué digo esto? ¿Llegaremos a tal punto que los chinos sean los principales empleadores de los españoles? Al tiempo.