Hasta hace poco pensaba que éramos uno de los países más racistas de Europa, que si los gitanos, negros, moros... pero un buen día "vi la luz", como se suele decir, y me di cuen que no es así, lo que somos es "clasistas"; si viene un jeque árabe con su yate y su séquito nadie tose; si viene Obama estrella del júrgol, todos, sí wana; y si viene Shakira, ya ni te cuento.
¿Qué ocurre, pues?
Pues que la propia naturaleza humana tiene prejuicios hacia lo desconocido, hacia lo nuevo, hacia los cambios, etc... generación tras generación. Pasa hasta en mi pueblo: "Peligro, que viene un Mercadona", "Ojalá viniese la Ford", hasta ahí les resbala bastante si Mercadona es de capital valenciano y la Ford norteamericana, y si viniese la KIA, el IKEA i la Dacia pues lo mismo. El propio proteccionismo es natural más allá de las leyes.
No hay que obviar que "la costumbre hace ley" y que el desconocimiento de las costumbres de quienes aun no las tienen pueden en ocasiones provocar molestia e irritación a los que sí las tienen y es ahí donde entraríamos a equiparar hasta el machismo tan latente en nuestra sociedad, tanto por parte de hombres y mujeres, y por ende, de las diferentes razas.
Moraleja: Portugal pierde.