La banda al completo.
Benancio Hermoso (Reikiavik, Google-maps). Se veía venir. Muchos eran los implicados en la llamada operación Salmón ahumado y, finalmente, ha salido todo a la luz. Pero primero presentemos los hechos:
Los hechos, un lector. Un lector, los hechos.
Hacía frío en Reikiavik, lo cual no es noticia, pero es verdad. Aquella mañana el inspector de policía Erik Kindjfhgyuend se dirigió al registro para cambiarse de apellido, porque ni en su propio país lo pronunciaban bien, ni él mismo. Tras cumplir con el trámite, Erik García, apellido que lo encontraba tremendamente exótico, salió del registro con la firme intención de contactar con uno de sus habituales chivatos y buscar algo de información. Encontró a Stolm Gutierrez (Es un país donde la gente cambia mucho de apellido) sentado en la plaza del pueblo, llevaba tanto rato que cuando se levanto los huevos se quedaron pegados a la madera del banco. Sin inmutarse, los cogió, con delicadeza para no romperlos, y los colocó en una bolsa de plástico que traía para tal efecto. Erik le ayudo con uno, algo que Stolm le agradeció sinceramente. Un vez con la docena de huevos a buen recaudo en la bolsa, Stolm le confesó a Erik que tenía una noticia bomba, algo que valía su peso en oro: “Tengo localizada una banda de Islandeses que se está haciendo pasar por Finlandeses, no sabemos con qué intención” cuchicheó Stolm Gutierrez, Erik García tomo la información e hizo las averiguaciones, no sin antes advertir a Stolm, con su voz de pito: “ Si vas a hacer tortilla con esos huevos, no los metas en la nevera más. Cuando llegues a casa los bates”.
Gracias a la revelación del confidente del agente García se puso de manifiesto una intrincada red mafiosa de islandeses que se hacían pasar por finlandeses, sin aparente motivo o razón. De momento ya hay detenidos 300.000 finlandeses acusados de ser, en realidad, islandeses que adoptan las costumbres de Finlandia. Las últimas investigaciones hablan de que es una maniobra por elevar el censo de una forma desorbitada no sabemos con qué sentido, pero asusta.
Los últimos datos hablan de que la red se podría extender a toda Europa y que ciudadanos españoles se hicieran pasar por británicos y cruzaran a Gibraltar para evitar la deriva hacia la que se dirige nuestra nación.