Efectivamente, Panterita. Hay que saber cuándo parar. Intentaba hacerlo con este panel de despedida, pero la parte contratante de la segunda parte no captó mi indirecta cuando le puse la tacita de café.
TACITA DE CAFÉ = VALE YA, 007, ME ESTÁ EMPEZANDO A DESAGRADAR EL TEMA.
¡Que hay que decirlo todo claro, joe!
Un poco de cachondeíllo está bien, resulta gracioso, pero cuando la situación se hace pesada y las frases muy evidentes, no tanto.
Reconozco que anoche me fuí algo enfadada a la cama, pero por mi parte el tema queda zanjado y olvidado.
Y a 007 le mando un abrazo de reconciliación.