Cuidarse, ir al gimnasio, usar ropa provocativa, bronceados artificiales, celofán transparente… Antonio lo ha probado todo para convencer a Marta, su mujer, de que practique el sexo con él. Ésta, sin embargo, siempre está cansada, preocupada por algo o enfrascada en una lectura demasiado interesante como para hacer caso a su entregado esposo. Tal es así que, para llamar su atención, Antonio decidió hacer una presentación en Power Point en la que trata de convencer a Marta de que hacer el amor con él es la mejor inversión.
“Cuando le vi apagando las luces pensaba que ya iba a hacerme uno de sus bailes sexis”, explica Marta. “Luego enchufó el proyector y pensaba que iba a poner una porno, pero no, se puso a hablar de planes de futuro, inversión y coyunturas económicas. Y luego ya empezaron a salir fotos de tetas y vi de qué iba el asunto. Él lo lleva siempre todo al mismo sitio”. Durante dos horas, Antonio fue mostrando diapositivas que señalaba con un puntero. En los últimos minutos de la presentación, fue desnudándose paulatinamente.
En total, Antonio estuvo dos horas delante de la pantalla mostrando numerosos gráficos, detalladas comparativas y una cantidad reseñable de datos. “Estuve preparando el Power Point durante tres semanas en el trabajo; incluso me tomé la libertad de hacer una encuesta de satisfacción sexual para poder hacerle a mi mujer una propuesta de venta con pies y cabeza”, explica. Su esposa, sin embargo, tras ver el Power Point improvisó una conferencia titulada “Sobre el dolor de cabeza en la cultura occidental” donde hablaba de los motivos culturales que la conducían a no querer sexo aquella noche.