El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso el sábado dedicar parte del beneficio bancario a crear empleo, recuperar el impuesto del patrimonio para los más ricos y una reforma del sistema electoral, en su primer discurso como aspirante a ocupar el Palacio de La Moncloa, que estuvo salpicado de guiños al electorado de izquierdas.
Rubalcaba, que anunció el viernes su renuncia a sus puestos en el Gobierno como vicepresidente primero, portavoz y ministro de Interior para centrarse en su candidatura, dio durante su intervención algunas pinceladas del programa con el que se presentará a las elecciones, previstas para marzo de 2012 si no hay adelanto electoral, entre las que destacó la necesidad de crear empleo, en un país en el que el paro afecta hasta al 21 por ciento de la población.
"Pronto será el momento de pedir a cajas y bancos, que de sus beneficios dejen una parte para la creación de empleo. Y lo haremos y lo podemos hacer", dijo Rubalcaba entre los aplausos de los alrededor de 1.000 asistentes al acto de proclamación como candidato del PSOE tras su ratificación por parte del comité federal del partido.
El veterano político de 59 años tiene ante sí la difícil tarea de dar la vuelta a unas encuestas que dan por ganador al Partido Popular en las próximas elecciones, tras la dura derrota electoral que sufrieron los socialistas el pasado 22 de mayo en los comicios autonómicos y municipales.
Los socialistas esperan que el "efecto Rubalcaba" logre recuperar la confianza de votantes desencantados con la gestión de la crisis por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
A lo largo de su discurso, en el que pidió a sus compañeros de partido "austeridad pública y privada", defendió la sanidad pública, que calificó de "sagrada e intocable", dijo que se "partiría el pecho" por los emprendedores y arremetió contra los paraísos fiscales, defendiendo una tasa para las transacciones financieras.
También avanzó que en la conferencia política que celebrará el PSOE en septiembre y de la que saldrá el programa electoral se abordará un cambio en el sistema electoral para que sea "más proporcional y más cercano", en un claro gesto hacia el movimiento de los indignados o del 15-M, que en los últimos meses se han manifestado exigiendo una "democracia real" y contra la corrupción, las medidas de austeridad y el paro.