El Abogado se quedó perplejo, sin saber exactamente qué hacer. Apuntando hacia la sala, le preguntó a la sra. Fortunati:
-¿Conoce al abogado de la defensa?
Nuevamente ella respondió:
-Claro que Sí, Yo también conozco al señor Pérez desde que era un niño. Él es un flojo y medio raro, y tiene problemas con la bebida. No puede tener una relación normal con nadie y es el peor abogado del Estado. Sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujeres diferentes, una de ellas la esposa suya, ¿recuerda? Sí, yo conozco al Sr. Pérez. Su mamá tampoco está orgullosa de él.
El abogado de la defensa casi cae muerto.
Entonces, el Juez llama rapidamente a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice:
-Si alguno de los dos, le pregunta a esa vieja si me conoce, los mando a la silla eléctrica a los dos.