Dos sábanas están tendidas mientras se secan.
Una de ellas, mecida suavemente por la ligera brisa que soplaba, ve como su compañera ondea violentamente sin control. Extrañada por tremendos movimientos cuando a penas hay viento, no puede evitar preguntarle:
- ¡Eh, compañera! ¿Qué te sucede?
- Nada, nada... ¡que se me fue la pinza!