J. L. LLAGüES VALENCIA A cuatro días del comienzo del curso 2011-2012, las dudas ensombrecen el semblante de los agentes educativos. El inicio oficial en infantil y primaria tendrá lugar el 8 de septiembre y muchos son los frentes abiertos. Durante todo el verano padres y sindicatos han visto como se sucedía un recorte tras otro y dos son los principales escollos detectados: el estado de las infraestructuras y la pérdida de puestos docentes.
Así lo atestiguó ayer María Jose Navarro, presidente de la Federación de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia, que lanzó un dato alarmante: el 30% de los centros educativos de la C. Valenciana registrará problemas básicos, "es una situación que está ahí desde hace tiempo. Hablamos de centros que no reúnen los requisitos mínimos y que año tras año presentan dificultades" .
Falta de aulas y equipamientos inadecuados resumen los principales puntos de fricción. A su vez, se une un elemento habitual en el paisaje educativo valenciano: los "barracones". Este año se prevé la existencia de cerca de 900 clases prefabricadas, en las que estudiarán alrededor de 19.000 alumnos valencianos.
En términos parecidos se movió Francisco González Zurita, responsable de relaciones institucionales de FETE-UGT, "la crisis ha hecho daño y la construcción de centros está parada. El coste medio de un barracón se cifra en 10.000 euros al año, con lo que el gasto total rondará los nueve millones de euros".
La pérdida de docentes es otro gran obstáculo. A los 1.200 puestos recortados durante el año pasado se suman los 900 de este año. Navarro destacó que "perder profesorado atenta contra las clases de refuerzo y contra la calidad de la enseñanza que reciben nuestros hijos".
A su vez, la disminución de profesionales también afectará a los ratios de alumnos. La portavoz de los padres expresó que "el año pasado hubo problemas en este apartado y parece ser que los arreglaron. Este año nos han dicho que no superarán los límites -20 alumnos por clase en infantil, 25 en primaria, 30 en secundaria y 35 en bachiller-. De momento, nos fiaremos de su palabra".

De 200 a 600 euros de gasto
Otro de los grandes frentes del inicio de curso es el gasto que tienen que encarar las familias. Los libros de texto y el material didáctico centran los principales desembolsos. Desde FAPA Valencia advirtieron de las diferencias según el tipo de centros: 200 euros de media en las escuelas públicas y 600 euros en las concertadas.
Navarro comentó que "año tras año el precio de los libros aumenta y el bonolibro -la ayuda que destina Educación- mengua. Lo que deberían hacer es defender la reutilización de tomos, para ayudar a que los centros aprovechen mejor este material".
La reciente apuesta por la esfera concertada con los llamados Centros de Iniciativa Social (CIS) causó que Navarro lanzara sus dardos hacia la Conselleria, "si en tiempos de crisis no se apuesta por lo público y se fortalecen las escuelas privadas y concertadas en el futuro hablaremos de centros-gueto a los que acudirán los niños de las familias con menos recursos".
González Zurita argumentó que "la privatización galopante es una constante y define un modelo ya obsoleto".