Así lo indicó el primer ministro portugués, Pedro Pasos Coelho, que explicó que estas medidas de ajuste se toman para tratar de satisfacer los términos de un rescate financiero de 78.000 millones de euros.
Passos Coelho aseguró que las medidas eran necesarias para sacar a Portugal de una "emergencia nacional" y que se establecen como resultado de una recesión más profunda de lo esperado el próximo año.
"Nunca debimos de permitirnos llegar a este punto", reconoció Passos Coelho en un discurso televisado después de que su gobierno de centro derecha aprobase el presupuesto 2012.
"Ahora más que nunca, cumplir con los objetivos nacionales, ejecutar el presupuesto 2012 bien y superar la emergencia nacional depende absolutamente del compromiso de todo el mundo", dijo.
Los salarios de los funcionarios públicos, que ya habían sido recortado un cinco por ciento, sufrirán ahora la eliminación de las pagas extras a los que cobren por encima de los 1.000 euros al mes, lo que supondrá un gran ahorro para el gobierno.
Passos Coelho indicó que las medidas presupuestaria para el 2012, que van más allá de los requisitos del rescate, eran necesarias debido a un déficit presupuestario este año de unos 3.000 millones de euros, que su gobierno se encontró cuando llegó al poder en junio.
La jornada laboral se ampliará media hora cada día con el nuevo plan, que también recoge la subida del IVA en muchos artículos y las deducciones fiscales para quienes tienen mayores ingresos se reducirán.
El presupuesto se presentará al Parlamento el lunes y está asegurada su aprobación debido a la mayoría absoluta que tiene un gobierno con prisa por diferenciarse de Grecia, con la esperanza de evitar el ciclo de recesión que atenaza a Atenas.