El piloto hizo pública la noticia ayer a través de un comunicadoen su página web
Tras dos años de rumores continuos sobre su posible separación, Fernando Alonso, piloto de la escudería Ferrari, y Raquel del Rosario, vocalista de El sueño de Morfeo, pusieron ayer fin a sus más de seis años de relación y cinco de matrimonio a través de un comunicado firmado conjuntamente.
Pidiendo respeto a los medios de comunicación para su vida personal, como han hecho siempre, pero especialmente en estos momentos, ambos confirman que «tras cinco años de matrimonio, hemos decidido poner fin a nuestra relación de pareja». «Es una decisión muy meditada y tomada de mutuo acuerdo», afirman, al tiempo que quieren dejar claro de que se separan como matrimonio «pero nunca como amigos», ya que piensan mantener una «muy buena relación de cariño y admiración mutua» en el futuro. Celosos de su intimidad hasta el extremo de que nunca quisieron confirmar que habían contraído matrimonio, el piloto señala en su página web que con el comunicado se pretende evitar cualquier posible especulación sobre esta decisión.
Y es que a pesar de que Raquel del Rosario y Fernando Alonso, que contrajeron matrimonio el 17 de noviembre de 2006, en la localidad ovetense de Limanes, han luchado por mantener su relación lejos de la prensa rosa, no siempre han podido evitar que sus nombres hayan protagonizado más titulares de la crónica social de lo que hubieran querido. En 2009 varios medios recogían que la pareja estaba al borde de la separación, y meses después que la cantante de El sueño de Morfeo esperaba un hijo, lo que posteriormente fue desmentido. En enero de 2011, Del Rosario afirmaba en una entrevista a un diario milanés que no cambiaría a Alonso por ningún otro hombre, y al mes siguiente el piloto viajaba a San Remo para apoyar a su mujer en la final del famoso festival de la canción de esa ciudad italiana. Sería una de sus últimas apariciones en público. Ahora, con la separación ya confirmada, resulta del todo curioso que un juzgado condenara hace poco a un medio de comunicación a indemnizar a la pareja por haber asegurado que su matrimonio estaba en crisis en 2010.