Madrid.- Un día después de perder las elecciones, el Gobierno socialista en funciones, liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó un paquete de ayudas a la cooperación por valor de 63 millones de euros. Entre ellos, destacan los 293.899 euros que el Ejecutivo destinó a “la resolución de conflictos con los hipopótamos en Guinea Bissau” para mejorar “la producción agrícola de las regiones de Cacheu, Bissora y Carantaba”, según informa 'La Razón'.
También otorgó 316.904 euros a contribuir al “ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de la mujeres de Kayes, república de Mali”, y otros 169.958 euros para “reforzar la capacidad de los jóvenes del sector informal a exigir sus derechos de salud sexual y reproductiva a través de la cultura en Bamako, Mali”. Además, 195.283 euros fueron a parar al proyecto ‘Somos lo que comemos’, impulsado por Veterinarios sin Fronteras.
Asimismo, el Gobierno otorgó 202.871 euros a la “mejora de la seguridad alimentaria nutricional desde un enfoque de soberanía y promoviendo la equidad de género” en Presto, en Bolivia, y 100.000 euros para crear una “Red de Cine Lésbico Gay y Transexual” como “vehículo de visibilización y defensa de los DDHH de las minorías”.
Vistas las cifras y los ejemplos de proyectos a los que se destinó el dinero público, no es de extrañar que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy decidiera el pasado viernes en Consejo de Ministros reducir de forma drástica el presupuesto de Cooperación para lograr ahorrar los 40.000 millones y reducir el déficit, cumpliendo así con las exigencias de la Unión Europea. En concreto, el Ejecutivo ‘popular’ recortará 1.016 millones de euros en Exteriores, de un presupuesto global de 1.500 millones de euros.
La mayor parte de esa reducción de presupuesto saldrá de la cantidad destinada por el Gobierno a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). En 2010, la Agencia recibió 4.4491 millones de euros, un 5 por ciento menos que en el año anterior. Esta Agencia depende del Ministerio de Exteriores, dirigido entonces por Trinidad Jiménez, y cuya titularidad ostenta ahora José Manuel García Margallo.
Estas cifras convirtieron a España en el séptimo país que más ayuda destinó a la Ayuda Oficial al Desarrollo, por encima de países como Canadá, Noruega, Suecia o Australia. El Ejecutivo de Zapatero mantuvo esas ayudas por encima del 0,4 por ciento del PIB.