Me he impuesto redactar esta carta en cinco minutos. Parece poco tiempo, pero esto es relativo, si tenemos en cuenta que, en estos cinco minutos, 160 niños habrán muerto por hambre o enfermedad curable. Quizá se me diga que estos números son relativos. Y es verdad: hay que sumarles (cuando se conozcan, si se llegan a conocer) los muertos en la guerra santa de Estados Unidos en su incesante búsqueda de nuevos enemigos (con los cuales justificar su increíble gasto militar), etcétera.Pero qué más da, esto es relativo, porque ha servido para que el mundo gaste en estos cinco minutos 10 millones de dólares en armamento. El mundo gasta seis veces más de fondos públicos en investigación militar que en investigación médica. Hay en el mundo 25 veces más soldados que médicos (tocamos a un soldado cada cuatro habitantes, y a un médico cada 1.000).

Todo es relativo, y la medida es su eficacia para preservar nuestro modo de vida. (¿De dónde viene nuestra riqueza?). Vengan leyes de extranjería, vengan terrorismos de Estado, y sobre todo, venga Estados Unidos, policías salvadores del mundo.

Los astrónomos se equivocan: la Tierra no es redonda (esto también es relativo). Es llana, y en sus límites está el terrorífico abismo infernal del Tercer Mundo.

¡Venga el relativismo! ¡Fuera el dogmatismo!-