A mí me pasa lo mismo en la tienda; a los hombres les digo la verdad, cantidad-precio-calidad, pero las mujeres de eso como que no entienden mucho por más que se lo expliques, y ya no sé qué "malabarismos" hacer para, sin mentir, se vayan contentas; bueno, sí sé cómo hacerlo, cuando no un boli, un globo, pero me parece un poco pobre, no por el regalo, que lo es, sino por la mentalidad.

 Le dice un hombre a su mujer:
"Te apuesto lo que sea a que no eres lo suficientemente lista como
para decirme algo que sea capaz de alegrarme y entristecerme a la vez"
A lo que ella responde: