Las ecoesferas son un curioso invento que surgió en la NASA. Hace años decidieron hacer un experimento metiendo diferentes especies de animales en urnas cerradas herméticamente en las que únicamente había agua, algo de aire y unas algas. De todos los animales que introdujeron, los únicos que consiguieron sobrevivir largo tiempo fueron unos pequeños camarones. Debemos tener en cuenta que esas urnas, una vez cerradas, ya no se volvían a abrir para cambiar el agua, renovar el aire o poner otras algas. Es decir, una vez encerrado ahí dentro, el animalico se las apañaba solo. Realmente no sé qué me acojona más: las mentes obtusas de la NASA que idearon este experimento o los pequeños camarones inmortales.
Transcurrido un tiempo, la NASA decidió comercializar el hallazgo; por lo que si uno desea puede comprar una ecoesfera como la de la foto y decorar su casa con ella, además de comprobar la resistencia de los camarones alimentándose únicamente de las esporas que ofrecen las algas. Se garantiza que los pequeños camarones sobreviven de dos a cinco años, con el único cuidado de poner la urna en un lugar al que le dé luz indirecta. ¡Alucinante!