Un avión de la compañía de bajo coste JetBlue tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Texas este martes después de que su capitán se pusiera a gritar que había bombas de Al Qaeda a bordo. El piloto fue expulsado de la cabina de mandos por sus colegas e inmovilizado con la ayuda de los pasajeros.

El vuelo había despegado por la mañana del aeropuerto JFK de Nueva York rumbo a Las Vegas, donde se celebra una convención de seguridad a la que asistían algunos de los 135 pasajeros. Según varios testigos, en pleno vuelo, el piloto, no identificado por la compañía, fue expulsado por el copiloto de la cabina de mandos. Según los pasajeros, el capitán se metió en el baño y salió gritando sobre Al Qaeda, Irak, el terrorismo y las bombas. "Nos estrellamos. Decid vuestras oraciones", decía el piloto mientras corría de un lado al otro del avión. Varios pasajeros describieron el comportamiento del capitán como un "ataque de locura".

El piloto golpeó varias veces la puerta de la cabina para intentar volver a los mandos porque decía que la tripulación había cambiado el código de seguridad para impedirle el acceso, según el testimonio de varios viajeros.

Una azafata pidió que los pasajeros colaboraron para inmovilizar al capitán. Y así lo hicieron una decena de personas, entre ellas un ex policía neoyorquino. Los pasajeros tuvieron que pasar por una pelea feroz con el capitán, descrito como un hombre fuerte y alto. Lo esposaron con trozos de tela y con cinturones tras varios intentos.

Mientras, otros viajeros sacaban fotos y hacían vídeos, que están colgados en YouTube. "Por favor, a todo el mundo, no necesitamos fotos de esto", pedía una azafata.

Un piloto que viajaba entre el pasaje se ofreció a ayudar al copiloto y entre los dos aterrizaron el avión en Amarillo (Texas). El FBI detuvo al capitán, pero JetBlue aseguró en un comunicado que el piloto debía ser internado en un hospital y que padecía "una condición médica".

Se trata del segundo incidente de este tipo en dos semanas. A mediados de marzo, un avión de American Airlines estaba a punto de despegar de Dallas cuando una azafata anunció al pasaje que el avión iba a estrellarse y soltó un discurso sobre la suspensión de pagos de la compañía. Según la aerolínea, la empleada sufrió un ataque nervioso.