Entiendo la reflexión de Krishnamurti y me parece un punto de vista interesante pero creo que lo que separa es la intransigencia y no aprender y poner en práctica la palabra respeto. La solución no consiste en "echarte a un lado" y declararte neutro; neutro de religión, de color de la piel, neutro de nacionalidad, etc. La solución, bajo mi parecer, consiste en interiorizar que cualquier ser humano tiene la capacidad de decidir como llamarse y aceptar su "nombre" sin hacer de ello motivo de confrontación o disputa. Entiendo que la violencia no es combatible por tu renuncia a ser quien eres (o lo que quieras ser) sino por tu capacidad de empatía y respeto a lo que el prójimo dice o quiere ser. c&p.