Algunos científicos creen que la llegada de los radicales y los nacionalistas al poder en Europa es solo una cuestión de tiempo. Así el economista Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de California en Berkeley, cree que la crisis está lejos de haber terminado. Los inversores se centraron en las declaraciones de los políticos e hicieron caso omiso a un riesgo importante: el Gobierno podría perder el apoyo de la población.

Los recortes de gastos sociales y los aumentos de impuestos no gozan de popularidad entre la población. El creciente apoyo a los movimientos nacionalistas radicales es directamente proporcional al empeoramiento de la situación económica. Por ejemplo, el partido griego Amanecer Dorado es ya el tercero más popular en el país.

Radicales y nacionalistas echan raíces en la UE

El mismo problema lo destacan los economistas del Deutsche Bank, que publicaron un informe especial sobre el estado del sistema político de Europa.

Las crecientes protestas son parte de una tendencia a largo plazo, consideran, y los cambios en la política se basan en los problemas del mercado laboral. Muy a menudo protestan los jóvenes que tienen pocas posibilidades de encontrar trabajo.

Las personas menores de 25 años tienden a votar por los populistas, lo que podría permitir que la extrema derecha y los neonazis recuperasen popularidad.

Si los partidos radicales consiguen más apoyo en las elecciones, será más difícil formar coaliciones y las decisiones se tomarán con lentitud. Es una amenaza para el buen funcionamiento político en Europa, advierten los expertos.

Por otra parte, partidos que proponen cambios profundos en el sistema democrático como el Partido Pirata en Alemania y el Movimiento de Cinco Estrellas en Italia ganan popularidad.