¿Cambiarías la vida de tu hijo por la 230.000 personas que murieron en Sumatra hace unos años? Respuesta: Ah, no.
¿Cambiarías la mano de tu hijo por salvar la vida de 30 niños que se mueren de hambre? Respuesta: Ah, no.
¿Entonces quién demonios es nadie para decirme que no compare mi perro con un niño?
Estoy seguro que de tener un niño antepondría el niño a mi perro, pero eso no quita todos tenemos nuestras prioridades y me parece correcto respetarlas.