Décadas sin amar o enamorada
Y a tu pesar vestida de silencio
Tu misma te amordazas
Y claudican fracasados todos los besos
Solo te sirven para hablar los labios
Y la lengua ha olvidado ya el misterio
La húmeda destreza de su cálido aliento
Te has negado a ti misma
Solo tus manos saben el premio
Besarte no es mas que una silueta en tu cerebro
El incendio queda contigo incontrolable
Negándole la paz y el sosiego
Tu ofrecimiento se fragua cada noche
Cada vez que te miras al espejo
Con la angustia de verte envejecida