Mi majestad:
espero no ofenderlo ni irritarlo, majestad, pero mi deseo es casarme con su hija. quizás sea una osadía pedir la mano de su hija, no me creáis oportunista, ni un playboy, mi majestad. no pretendo enriquecerme, ni quiero palacios ,ni pajes, ni yates. no quiero ser duque o tener chamberlanes, no deseo aprovecharme ni robarle nada, es cuestión de amor: que estoy loco de amor por la princesa. entiéndalo, rey mío, por favor, compréndalo. aunque sea soberano supongo que será humano como el resto de sus siervos. también tendrá sentimientos... yo sé que vos realmente también os cagáis, y folláis y sudáis como yo, esto es real... así que présteme un poquito de atención: le hablaré francamente, frente a frente, majestad. quizá yo no sea el yerno que soñó mi majestad. nunca tuve dinero, ni soy conde o caballero. no llego ni a hidalgo: ciudadano raso. mi estirpe no es noble, pero mi nobleza me obliga a decirle la verdad. sería mentirle si digo que tengo respeto por la monarquía. siempre me he cagado en las dinastías y en las patrias putas, las banderas sucias, los reinos de mierda y la sangre azul, mi majestad. ahora es el real decreto del corazón, mi majestad. que me arrastra y hace que reniegue por amor, mi majestad. pues la fe mueve montañas. el amor remueve el alma. y hasta el ser más consecuente ante el amor pierde su honor. yo por amor soy capaz de mandar a la mierda mis firmes principios de republicano. cambio de camisa y rindo pleitesía a la monarquía. ¡que viva el amo, que me convirtió en su esbirro, majestad! sólo pensar que quisieráis ser mi suegro, majestad, yo ya le adoro, yo le adulo y hasta le beso el culo. le prometo ser bueno. un digno yerno, majestad. si me caso me transformo, como en ese cuento... aquel sapo que por un beso se convirtió en príncipe encantado. y así, por un beso de su princesita, también me vuelvo en todo lo que usted quiera. seré su súbdito amado, su sumiso esclavo, su obediente criado, su subordinado y devoto lacayo... le juro ante dios y ante el cielo y la Biblia: ¡que viva el rey! ¡viva el rey! ¡que viva la monarquía!
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