El Cuidado de la Salud de las Plantas enlaza la comunicación entre el profesional del cuidado de las plantas y el cliente. El practicante del PHC consulta con el cliente antes y después del tratamiento, suministra información clara y relevante que permite al cliente participar activamente en las decisiones sobre su jardín. Su pericia está disponible para asesorar a los clientes en la selección de la planta y el lugar adecuado para éstas. La base fundamental del concepto del Cuidado de la Salud de las Plantas es entender que la toma de decisiones inteligentes es la clave tanto para un paisaje bello y saludable como para la tranquilidad del cliente.

Por lo regular existen opciones para tratamientos alternativos. Generalmente, las mejores alternativas son aquellas que van de la mano con los procesos naturales y son las que hacen menos daño. El PHC ofrece una gran variedad de opciones de tratamiento. Éstas incluyen la poda para mantener la salud de la planta, de eliminación o estética; las prácticas culturales como la aeración del suelo, la aplicación de mulch y la fertilización; disminuir el número de plantas cuando hay un problema de sobrepoblación de plantas, el cableado y el refuerzo. Las aplicaciones químicas se utilizan sólo como último recurso, pero permanecen como una solución viable para el PHC—en especial durante las primeras etapas de un programa de PHC cuando el objetivo es lograr la salud óptima de la planta.

Un paisaje bello es el resultado de obtener plantas sanas y vigorosas. Sólo las plantas sanas pueden ser bellas y con el PHC, el cliente puede tener la seguridad de contar con ambas.

Para algunos, la sensibilidad ambiental es uno de los atributos más importantes del PHC. Ésta se enfoca en el mantenimiento de plantas saludables para estimular sus sistemas naturales de defensa. Esto en si sirve para suprimir plagas. No obstante, si las plagas se convierten en un problema, los especialistas en PHC utilizan una amplia variedad de estrategias de tratamiento que son sensibles al medio ambiente para mantener un equilibrio más natural. Aún con el uso de trampas para insectos, inyecciones para árboles, tratamiento con aceites hortícolas, poda o aspersión a pequeña escala sólo donde es necesario, el Cuidado de la Salud de las Plantas emplea medidas efectivas que cubren o exceden los estándares gubernamentales. La aspersión rutinaria extensiva de químicos para la erradicación de insectos pronto será una práctica del pasado. En la actualidad, la investigación nos dice que no todos los insectos son dañinos y de hecho, algunos son realmente benéficos. El PHC también reconoce que los daños leves por plagas pueden a menudo ser tolerados sin perjudicar a la planta a largo plazo, dependiendo de las circunstancias.

Ya que el Cuidado de la Salud de las Plantas mantiene el vigor del paisaje, las plantas son mucho menos susceptibles a las plagas. Las prácticas preventivas de PHC cuestan considerablemente menos que las de intervención reactiva. En el pasado, se gastaba dinero para adquirir tratamientos costosos, generalmente para la aspersión extensiva, con el fin de combatir plagas que infestaban a las plantas debilitadas. Debido a que en pocas ocasiones se corregían los desequilibrios fundamentales que originaban los problemas, se creaba un ciclo infinito de tratamientos con ganancias mínimas. Los costos para el mantenimiento profesional de las plantas se pueden recuperar considerando cuanto valor éstas añaden a las propiedades cuando lucen sanas y bellas.