¡¡¡Queremos sus orejas!!!
El hombre, en su locura
mata, enferma y tortura
no sólo a otra gente
sino al animal inocente.
Bellos delfines son usados
para en sus lomos llevar
bombas a barcos acorazados
Sin la vida de estos animales apreciar.
Otros animales, exterminados
para sus pieles lucir.
Y de otros animales, astados,
El polvo de sus cuernos, ingerir
Pues no pueden en el sexo servir
esos hombres trastornados.
En muchas plazas la gente
se reúne para ver
torturar feamente
a un toro y sienten placer.
No es acaso un tormento?
No es acaso una tortura?
Porque no expresamos lamento?
No advertimos que es locura?
Pero ahora yo espero
A ver si ustedes me dejan
Expresar lo que quiero
Y tengo entre ceja y ceja
Protestar ante el matadero
Y reclamar las orejas.
Sí!, pidamos las orejas
Pero las del torero...
¡Queremos las orejas
pero del torero!
¡Queremos las orejas
pero del torero!
--- o ---
(Edgar Campos, peruano)