Todo el tiempo del mundo
Hoy tengo tiempo,
tengo todo el tiempo del mundo,
para pensar en nosotros,
para pensar en ti, y en mí,
y en todas las pequeñas cosas
que nos rodeaban,
y que entonces no comprendí.
Y es que aún te quiero,
sí, te quiero, ¡te quiero!
Y pienso en aquellas mañanas,
y siento aún el calor
de nuestros cuerpos,
que entre las sábanas
formaban una cárcel maravillosa,
de la que nos resistíamos a huir.
Recuerdo nuestro lenguaje,
hecho de caricias y susurros.
Cómo te echo de menos,
y cuánto te quiero...
¿Te acuerdas? ...Sí.
Pero aquello acabó, como acaba todo,
casi sin querer, igual que
el río se pierde en el mar.
No, no, no fue culpa tuya, ni mía,
pero con nuestro orgullo
perdimos mil cosas bellas.
Hoy tengo tiempo,
tengo todo el tiempo del mundo,
y cuanto más pienso, más te añoro,
y más te deseo...
Y es que aún te quiero,
te quiero, ¡te quiero!
Pero ¿dónde estás ?