Dibujaré con sencillos versos mis pasos y huellas
paseando al compás de mis latidos por la vida,
le cantaré al mundo, a una tierna mirada y a un mendigo.
al horror de una guerra y a la paz como único camino,
a la ternura de una madre sonriéndole a su niño
y a esa inocencia que vamos dejando en el olvido,
y escuchará mi voz este mundo tantas veces sin sentido.
Subiré a la más alta montaña para que solo el cielo
reciba de mis labios un te quiero,
y será el eco quien devuelva un te amo con el viento
a este corazón que tan cansado,
late por inercia o por costumbre
con heridas silenciando y sonrisas asomando
soñando sin medida y sin medir amando.
Bajaré a una playa despacio, callada, suspirando...
y será el mar quien escuche de mis labios un poema,
porque sus olas no analizan mi sentir
ni sus corales repiten sin cesar
y una vez y otra y casi mil,
que mi alma lanza palabras al aire
que se quedan así, sin hechos colgadas de un sueño.
Y entender que la vida son momentos,
momentos que tantas veces se presentan sin llamar,
que acarician un instante y al siguiente rompen el alma
como en el cielo las nubes pintan de gris una mañana,
y llega la lluvia a los cristales igual que a una mirada
calando profundamente con distancias y ausencias
para acunar recuerdos y llenar con versos la nostalgia.
Y así comprender que la libertad de querer es relativa
y se convierte en poder con rosas y espinas adornado,
y traspasando el sentir se transforma en deber...
que nace libre como la espuma blanca que rompe en la orilla,
para bailar encadenada con las olas suspirando
un vals de realidad que nunca fue mentira
donde mis pasos besar sus huellas anhelaron.
Alma_Kore
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